Sitios para soñar en verano: Ibiza, Valencia y la Costa del Sol

playas verano

¡Vamos, vamos que me lo quitan de las manos! Esas sonrisas bien grandes que ya estamos acariciando con la punta de los dedos el verano de nuestras vidas. Llegando junio es imposible que nuestra mente no sueñe con puestas de sol idílicas, largas sobremesas, playas que son de postal y mucho postureo para brindar a nuestros haters y amigos motivos para darle a la sin hueso —hay que ser generoso—. Dejando a un lado a ese grupo de singulares personas que apuestan por destinos de interior en verano, un servidor sabe que a ustedes lo que les pide el cuerpo es sol y mucha marcha —ya lo dice la gran Rosario Flores—. Es esencial dejarse caer por esos lugares de moda, que siempre sorprenden y con los que hacemos check en esta época estival. Para que mentir, el verano pinta bien, pero hay que tenerlo todo atado —si a estas alturas no lo tienen claro, malamente—.

La isla más cool y glamurosa del Mediterráneo, y por supuesto, punto de encuentro de la jet set mundial, Ibiza, nos espera con los brazos abiertos. En el último año, hemos visto como los beach club se adueñan de esas playas de aguas transparentes para brindarnos un sinfín de comodidades que nos hacen olvidar aquellas etapas mozas en las que llegábamos a la playa como árboles de Navidad, con neveras, sillas, sombrillas y todo lo necesario para pasar un día en condiciones. Eso ya es historia, créanme. Ubicado en la exclusiva Cala Jonda, Blue Marlin Ibiza es elegancia y energía; celebridades de fama mundial y los djs más potentes del momento se concentran en este beach club para bailar sin complejos y disfrutar, por supuesto, de gastronomía en su restaurante Yemanja. Otro de indispensables es Beachouse, en Playa d’en Bossa; el estilo boho-chic adquiere todo su sentido en este espacio sofisticado, que ofrece planes para todas las horas del día. Si somos un poco más intensitos y queremos bailar lo que no hemos bailado en la primera mitad del año, el lugar idóneo es Nikki Beach Ibiza, en Santa Eulalia, uno de los más conocidos para vivir el glamour ibicenco en toda su esencia.

Ya que estamos en Ibiza, no está por demás acercarnos a la zona más urbana, aunque igual de atractiva que las playas. Marino Botafoch —uno de sus dos puertos marítimos— es nuestro destino y el restaurante Lado, la parada obligatoria. El restaurante de los empresarios italianos Jordan Rocca y Alessio Matrone cuenta en su cocina con los chefs Paco Budia y Marc Quesada, ambos discípulos de Martín Berasategui. Este tándem firma una exclusiva propuesta gastronómica marcada por la tradición culinaria, los sabores de la cocina española y el respeto al producto local; la carta está compuesta por recetas reconocibles con un toque de modernidad como el pan brioche frito con atún rojo y caviar, la merluza en salsa verde con almejas o las ensaladas en diferentes versiones, como la de tomate ibicenco con atún rojo y piparras vascas o la de burrata con calabaza a la brasa, rúcula y pesto de sweet chili. Con las mejores vistas al centro histórico de la ciudad, Lado aúna excelente gastronomía, buena música y un ambiente animado, que se suman al espíritu de la isla.

Salto a Valencia para hablar de uno de los grandes clásicos que resuenan año tras año. Abierto desde 2016, Marina Beach Club es único en Valencia y en España —su propietario, el empresario hostelero Antonio Calero, se aventura a decir «único en el mundo»—. Con más de 5.000 m², el recinto ofrece una oportunidad sin igual de ocio y gastronomía, con dos restaurantes (Marina Restaurante y El Portet), terraza y zona de hamacas (también con servicio de restauración) y un club con espectáculos musicales. Una experiencia 360 que permite al cliente tomar el sol en la zona de hamacas al mediodía, comer en sus restaurantes, relajarse en la terraza por la tarde y finalizar la noche en el club de la mano de los DJ del momento. Marina Restaurante es el buque insignia de Marina Beach Club. Este establecimiento ofrece una propuesta mediterránea de calidad, con el arroz y la cocina de siempre como marca de la casa, que brilla gracias al chef Alejandro Sosa Castellanos. Con una espectacular vista a la playa de Las Arenas, Marina Restaurante apuesta por recetas reconocibles, pero con un toque de modernidad y una presentación llamativa y llena de color. Imperdibles, el ceviche de gamba y lubina, los buñuelos de bacalao sobre capuchina de miel, la gallineta de lonja frita, el jarrete meloso de cordero lechal y por supuesto, los arroces secos —del senyoret, de pato con setas, de pollo picantón con tirabeques, de cangrejo, de lubina, de bogavante y de txuleta madurada— y melosos —incluyen especialidades como de verduras, pollo campero o marisco— y la fideuá. De locura.

No hay verano glamuroso, sin un garbeo por la Costa del Sol, y más ahora que ha reabierto sus puertas Laguna con el ocio y la gastronomía como absolutos protagonistas. Situado entre las localidades malagueñas de Estepona y Marbella, el que fuera un célebre centro comercial inicia una nueva etapa con Sublim beach club; KAI, restaurante japonés-mediterráneo bajo la batuta del reputado chef madrileño Ricardo Sanz, y la firma de moda sostenible Ecoalf —Laguna incorporará más marcas progresivamente—. Este renovado espacio, con su enfoque de hospitalidad y de entretenimiento de alta calidad, se posiciona como uno de los mayores complejos turísticos del sur de España; cuenta con una rica oferta que abarca restaurantes, beach club con infinity pool, club náutico y espacio de aparcamiento y estacionamiento con carga eléctrica. Sublim beach club es un sueño hecho realidad a pie de playa. Además de confortables hamacas y de una piscina para echar una lágrima, ofrece una propuesta culinaria mediterránea, fresca y auténtica, enfocada en resaltar los sabores puros de cada ingrediente. En la zona de hamacas, cuenta con una carta especial de picoteo y de bebidas donde los cócteles mandan —también cuenta con una zona de restaurante—. Junto a Sublim se encuentra KAI by Ricardo Sanz, que trae la creatividad y la experiencia del chef madrileño a Laguna. Sanz está al frente de este restaurante japonés-mediterráneo, que combina los sabores de Japón y del Mediterráneo. El itamae madrileño propone edamame, gyozas, buñuelos, ostras, sashimi, sushi, usuzukuri nigiris y un sinfín de platos con los que quedan patentes la excelencia y el estilo culinario de este maestro de la fusión.

¡Ay el verano, fuente de nuestros desvelos!

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