Ni Málaga ni Barcelona: la quinta ciudad del mundo donde mejor se come está en España y es esta

Cuando salen los rankings a mejores ciudades gastronómicas, siempre cae alguna urbe española. En este caso, y según la revista Time Out, Madrid es la quinta ciudad del mundo donde mejor se come. Sus estrellas Michelin, restaurantes de siempre y las nuevas propuestas se conjugan para que el comensal tenga variedad. ¿Cuáles son el resto de ciudades a las que ir para comer mejor?

El ranking anual con las Mejores Ciudades del Mundo 2025 para comer de Time Out lo lidera la ciudad norteamericana de Nueva Orleans, luego Bangkok, en Asia; y en tercer lugar está Medellín, en Latinoamérica. Aunque hay muchas más, Madrid está en quinto lugar y no es casualidad, pues la revista destaca que es referente de la gastronomía mundial gracias a la heterogeneidad y vivacidad de sus propuestas (de las opciones más callejeras a restaurantes de alta cocina refugiados en grandes hoteles como DiverXO, Deessa o Amós).

La quinta ciudad del mundo donde mejor se come del mundo

Estas son las 20 mejores ciudades gastronómicamente hablando según el ranking de Time Out.

1. Nueva Orleans
2. Bangkok
3. Medellín
4. Ciudad del Cabo
5. Madrid
6. Ciudad de México
7. Lagos
8. Shanghái
9. París
10. Yakarta
11. Marrakech
12. Lima
13. Riad
14. Bombay
15. Abu Dabi
16. El Cairo
17. Oporto
18. Montreal
19. Nápoles
20. San José

Madrid, referencia mundial en gastronomía

Como decimos, que la capital sea ahora una de las mejores urbes para comer queda patente en restaurantes tan destacados como el Mejor Restaurante vegetal del planeta (El Invernadero), el único restaurante de alta cocina en un histórico tablao flamenco (Corral de la Morería), chefs jóvenes algunos con sus primeras estrellas Michelin: en restaurantes como OSA, Chispa, Lur, Tonton.

Tal es su importancia gastronómica que cuenta con locales con mucha historia. Es el caso de Botín, que este año acaba de cumplir 300 años. O casa Lucio, famoso por sus huevos, que ocupa el lugar del centenario Mesón El Segoviano, magnífica casa de comidas donde empezó a trabajar Lucio Blázquez con 12 años.

Gastronomía tradicional de Madrid

Según el portal de la Comunidad de Madrid, hay platos estrella, como el cocido madrileño que se sirve en tres vuelcos: primero una sopa, a continuación los garbanzos acompañados por verduras y, por último, las carnes.

También son típicos los callos, las sopas de ajo, los guisos de ternera y cordero, la gallina en pepitoria, y la carne de caza como el jabalí, el gamo o la perdiz. No podemos olvidarnos del pescado, con recetas tan sabrosas como las del bacalao y el besugo al horno.

Y las tapas: tortilla de patatas con o sin cebolla, los huevos estrellados, las patatas bravas, la oreja a la plancha, las setas, las gambas al ajillo o rebozadas, los caracoles, platos de casquería y los bocadillos de calamares.

Una ciudad con estrellas

A todo ello le hemos de sumar sus estrellas Michelin. Es el caso de las tres estrellas de DiverXO, que, según la propia guía roja, la hedonista cocina de Dabiz Muñoz, divertida y en muchísimos detalles irreverente, “rompe las barreras de la vanguardia gastronómica para entrar en un plano onírico sumamente personal, consiguiendo que el comensal viva una montaña rusa de emociones donde no se le da un respiro al paladar”.

Están las dos estrellas de Paco Roncero, que, según la guía, el chef, que fiel a su espíritu «running» no deja de perseguir nuevas metas, reinventa cada año la propuesta de su restaurante, un espacio de elegante vanguardia ubicado en la última planta de un edificio decimonónico.

También tienen dos estrellas Deessa, que según guía Michelin, no es un restaurante más, en absoluto, pues se presenta como el buque insignia de las distintas propuestas gastronómicas que puedes disfrutar en el Mandarin Oriental Ritz de Madrid. El incomparable comedor, montado con mimo en el lujoso salón Alfonso XIII y asomado al jardín, se muestra como el escenario perfecto para degustar esa «belleza» intrínseca a la elaborada culinaria del gran Quique Dacosta.

DSTAgE, donde lo que más llama la atención es lo que representa en sí mismo, pues refleja la apuesta del chef vitoriano Diego Guerrero por la libertad para poder crear, para sorprender y para romper las barreras asociadas a la personal zona de confort.

También están Coque. Hablar de los hermanos Sandoval (con Mario tras los fogones, Diego al frente de sala y Rafael como sumiller) supone, sin duda, descubrirse ante tres grandes ases de la hostelería española. El magnífico restaurante, con unos 1.100 m², eleva la experiencia al plantearse por etapas que permiten multiplicar las sensaciones, según indican en Michelin.

Mientras que el dos estrellas de Smoked Room, de Dani García, “recuerda un poco a los locales clandestinos y supone toda una experiencia, pues aquí juegan genialmente con los sabores y aromas ahumados sin saturar nunca el paladar. Presenta un acceso independiente respecto al Hotel Hyatt Regency Hesperia Madrid”.