Vox exigirá a sus candidatos compromisos antitransfuguismo para evitar rebeliones como la de Baleares
Fuentes de Vox recuerdan que el partido "es muy joven, sólo tiene 10 años" y que lleva "5 en las instituciones"

Lo ocurrido en Murcia, con la rebelión de tres diputados de Vox en 2021, y ahora en Baleares, donde otros cinco se han hecho con el control del grupo parlamentario tras expulsar a dos compañeros, ha llevado a la formación a abrir un proceso de reflexión sobre cómo debe elegir a las personas que formarán parte de sus listas. En Vox asumen que son un «partido joven» y que estas situaciones son «habituales» conforme la formación va consiguiendo peso a nivel nacional y autonómico.
«El PSOE tiene cerca de 150 años, el PP casi 50, y la tercera fuerza política [por Vox] acaba de cumplir diez años. Y tiene presencia en instituciones desde hace 5. ¿Cuántos tránsfugas y rebeldes han tenido PP y PSOE a lo largo de su historia?», reflexionaba en conversación con OKDIARIO una fuente próxima a la dirección de Vox a raíz de la crisis institucional abierta por la rebelión de esos cinco diputados baleares.
En el partido no esconden que la polémica ha sentado como un jarro de agua fría. En primer lugar, por el momento, apenas 48 después de que la formación lanzase un mensaje de unidad desde la Asamblea en la que Santiago Abascal fue renovado como líder por cuatro años más. Y en segundo lugar, porque Vox Baleares estaba a punto de culminar uno de los proyectos políticos más ambiciosos: la Oficina de la Libertad Lingüística.
Vox busca convertir este órgano, con capacidad sancionadora ante los atropellos que sufran los castellanoparlantes, en uno de sus principales «martillos» para el asunto lingüístico. Nuclear en el decálogo de Vox, pero algo que parece que no compartían los cinco «rebeldes».
Reforzar controles
Por ello, fuentes de la formación explican que, de cara al futuro, el partido deberá «reforzar los controles previos» a las personas que vayan a integrar esas listas, para asegurarse de que todos están «en sintonía con el programa que van a defender». «Para que no haya dudas», dicen, como ha ocurrido con el tema lingüístico en Baleares.
Vox busca que, en futuras configuraciones de listas, todos los seleccionados «se comprometan a guardar la lealtad a las cuestiones esenciales que defiende el partido». «Parece algo de perogrullo, pero hemos visto que conforme crece el partido, hay una diminuta minoría que se acerca por intereses ajenos a los fines de Vox», admiten.
Suspendidos en Baleares
La crisis abierta en Vox Baleares después de que cinco diputados se rebelasen y exigiesen la expulsión del grupo parlamentario de dos de sus compañeros ya tiene consecuencias. El grupo «díscolo» ha recibido a primera hora de este miércoles la comunicación oficial del partido de que están suspendidos de militancia e inhabilitados para utilizar las siglas del partido. Ahora, los diputados en rebeldía deciden si presentar alegaciones. Además, han anunciado que seguirán usando las siglas de Vox, pero no se descarta cambiarlas en un futuro. Además, negocian quién de ellos asumirá el cargo de presidente del Parlament balear cuando abandone el puesto Gabriel Le Senne.
La expulsión de los cinco diputados «rebeldes», según ha podido confirmar OKDIARIO, ya está en marcha. Esta misma mañana, el comité de garantías de Vox comunicaba por escrito al grupo la decisión de incoar expediente de expulsión a Agustín Buades, María José Verdú, Manuela Cañadas, Sergio Rodríguez e Idoia Rivas, así como aplicarles la medida cautelar de suspensión de derechos como afiliados y la inhabilitación para desarrollar cargo en el partido «o en representación de este». Se les ofrece un plazo para presentar alegaciones.
Sin embargo, tal y como ha sabido OKDIARIO, entre los diputados que ahora ostenta la dirección del grupo parlamentario de Vox aún no se ha tomado la decisión de si presentar alegaciones ante este proceso interno del partido. Según anuncian fuentes de este grupo, «está aún estudiándose». Eso sí, señalan que seguirán «de momento» utilizando las siglas de Vox como nombre de su grupo parlamentario, pues así se lo reconocen las normas de la cámara balear. Extremo este que confirman desde Madrid fuentes del partido, que prefieren no dar detalles sobre si se ha comunicado o no la suspensión al tratarse de un «proceso interno en marcha» por parte del comité de garantías.