Agresión sexual en Reus

La violada por llevar una camiseta de Vox: «Sentí un golpe en la frente y dejé de patalear y luchar»

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Luis Miguel Montero

Sara B., nombre ficticio, es la joven simpatizante de Vox que fue violada por parte, presuntamente, de tres magrebíes en Reus (Tarragona), según denunció el pasado 24 de septiembre ante los Mossos d´Esquadra, ha concedido una entrevista a  OKDIARIO durante la que ha explicado que en un momento de la agresión «sentí un golpe en la frente y dejé de patalear y luchar. Pensé que me iban a matar».

PREGUNTA. ¿Cómo se encuentra ahora a todos los niveles, físico, emocional y psicológico?

RESPUESTA. A nivel físico me encuentro un poco mejor y ya estoy sin medicación durante el día, sólo tomo por la noche. Bueno, lo otro ya es otra cosa.

P. ¿Está recibiendo algún tipo de ayuda?

R. Sí, estoy recibiendo ayuda terapéutica.

P. ¿Tuvo alguna vez problemas por llevar esa camiseta de Vox?

R. No, no, además me la hice yo a mi gusto. Compré la camiseta con la forma que a mi me gusta llevarla, porque yo hago fitness, me la hice cortita por detrás para que luciera bien… una camiseta a mi gusto, puse el emblema y la bandera de España delante. La frase decía algo así como «primero los de casa», pero ya no recuerdo. Me la hice en 2019 y una vez estando en Mercadona me hice un selfie y se lo mandé por redes a Abascal como diciendo, mira cómo vengo a comprar a un Mercadona en Cataluña.

P. ¿Por redes nunca tuvo problemas? Hay mucho fanático.

R. No, Mercadona es un sitio cerrado donde hay seguridad y en un sitio así nadie me iba a increpar. No hay muchos marroquíes en esa zona. Un catalán me podrá mirar mal

P. ¿Tuvo miedo de que la iban a matar o a secuestrar?

R. Pensé que me iban a matar, cuando yo pataleaba y pataleaba y pataleaba alguno se llevó un golpe fuerte seguro, pero cuando uno me tapó la boca y con la otra mano me inmovilizó el cuello… luego sentí un golpe en mi frente y como si se rompiera algo, entonces dejé de patalear y luchar. Ahí pensé que me iban a matar. El forense me dijo que seguramente no fue así pero yo lo sentí así, que el cuerpo se defiende hasta el último aliento y que quizás perdí la consciencia un momento, aunque yo tenía la sensación de estar viviéndolo todo porque los escuchaba hablar en árabe y reír.

P. ¿Tiene miedo de salir a la calle?

R. Sí, tengo miedo de dormir por la noche, de sacar a pasear al perro. Me levanto cuarenta veces para comprobar si he cerrado bien la puerta. Muchas veces duermo en el sofá porque si tengo que dormir arriba pienso que alguien puede subir las escaleras y me siento más desprotegida, me siento más protegida cerca de la puerta. Tengo pesadillas cada día y si veo una furgoneta blanca me entra ansiedad.

P. ¿Llegó a ver claramente a algún agresor?

R. No, sólo a la persona que me cogió por detrás que le vi un peinado muy concreto. Rizos por arriba y rapado a los lados. Creo que tenían menos de 25 años. A los dos días una amiga me contó que a su novio le habían seguido tres personas similares, increpándolo y con ganas de guerra y me describió el mismo peinado en uno de ellos.

Según declaró Sara en su denuncia presentada ante los Mossos d´Esquadra de Camp de Tarragona, los tres magrebíes que la asaltaron comenzaron la agresión después de que la víctima escuchase detrás de ella decir a uno de los asaltantes: «Esa camiseta te la tienes que quitar». También uno de los agresores le dijo al otro en voz alta para que la mujer lo escuchase: «Si no se la quita ella se la quito yo». Tras culminar la violación uno de los agresores le espetó a la joven violada: «Mañana ya no te vuelves a poner esta camiseta».

Así consta en la denuncia a la que OKDIARIO ha tenido acceso y que fue presentada a las 12.41 horas del 21 de septiembre. La mujer, de 31 años contó que el día 20 de septiembre sobre las 20.00 horas salió de su domicilio «vestida con unas mayas de ciclista, zapatillas deportivas y una camiseta negra de tirantes con el emblema de Vox en la parte delantera».

La joven explicó que iba al Instituto Vila-seca «pasando por el restaurante Telepizza y hacia el Cap de Sant Pere» y cuando se disponía a entrar en el parking de la zona azul de delante de la biblioteca, «dos chicos desde atrás» se le dirigieron diciéndole «esa camiseta te la tienes que quitar» y «si no se la quita ella se la quito yo».

Aunque ella hizo caso omiso y aceleró el paso en ese momento los dos asaltantes la empujaban y «la dirigieron hacia una furgoneta que se encontraba estacionada en el mismo parking de zona azul de la plaza de la biblioteca». Un testigo lo vio, un hombre de edad avanzada que les llamó «la atención diciendo ¡eh!, pero no le hicieron caso».

Entonces, relata la víctima, «una vez dentro le rompieron la camiseta que llevaba y los pantalones, mientras uno de ellos la mantenía cogida por el cuello, alguno de los otros dos le introdujo un objeto que no puede precisar por su vagina haciéndole mucho daño. Ella pataleó muchísimo para evitar que le hicieran daño, de la fuerza que hacía le dieron un golpe en la cabeza y en ese momento perdió la noción del tiempo». Además, continúa la mujer relatando que «estos chicos aprovecharon para manosearla por todo el cuerpo e introduciendo, no sabiendo qué, algo por su vagina y por su ano. Esto pasó muy rápido. Cuando se cansaron la «tiraron» de la furgoneta diciéndole «mañana ya no te vuelves a poner esta camiseta».

La joven salió corriendo del lugar y con su ropa rota se fue a su casa «corriendo sin mirar atrás, recuerda que la gente de la calle vio esta situación, pero no sabe si alguien le dijo nada».

La investigación está ya en manos del Área de Investigación Criminal (AIC) de la zona del Camp de Tarragona y la Comisaría General de Información (CGINF) de Mossos d’Esquadra y dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Reus (Tarragona). Los agentes intentan ahora localizar la furgoneta blanca o similar en las cámaras de tráfico de la zona, «de tamaño medio y con una puerta lateral blanca sin rotular y con una puerta lateral de apertura deslizante. No recuerda que hubiera asientos en su interior, sólo en la parte delantera, posiblemente de tres plazas, aunque no lo puede asegurar» o a algún testigo que recuerde la matrícula de la misma.

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