El Supremo tendrá que pronunciarse sobre los honores militares en la exhumación de Franco
Los nietos han presentado un nuevo escrito en el que solicitan al Alto Tribunal que inste al Gobierno a cumplir la legalidad vigente y trasladar a Franco rindiendo el preceptivo homenaje que "corresponde a su dignidad como ex presidente del Gobierno de la Nación".
El Gobierno quiere impedir a la familia cubrir el féretro de Franco con la bandera de España.
El Tribunal Supremo tendrá que contestar a una nueva cuestión relativa a la exhumación de Franco. La Sala Tercera del Alto Tribunal -que avaló al Ejecutivo socialista en el traslado de los restos del dictador- deberá determinar si la ley vigente sobre pompas fúnebres a jefes de Gobierno es aplicable a Franco.
Un decreto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero -por el que se aprobó el Reglamento de Honores Militares- obliga a Sánchez a exhumar a Franco rindiéndole «respeto y homenaje». Y por ello, los nietos solicitaron -en un escrito remitido al Consejo de Ministros- que la retirada del féretro de su actual ubicación durante los últimos 40 años, en la Basílica del Valle de los Caídos, se efectuase en cumplimiento de la normativa aplicable.
Sin embargo, Sánchez quiere que la exhumación sea privada y aséptica. Motivo por el que los Franco pedirán al Supremo que se posicione sobre la nueva discrepancia jurídica que les separa del Gobierno en lo relativo al traslado de los restos mortales desde el Valle de los Caídos hasta el cementerio de El Pardo.
El artículo 36 del Reglamento de Honores Militares fija como destinatarios del derecho a ser despedidos por las Fuerzas Armadas al Rey, los Infantes de España, el presidente y los expresidentes del Gobierno y los jefes del Ejército -desde el Jefe Mayor del Estado de la Defensa hasta los generales de brigada y contralmirantes de la Armada-.
En 2010, la entonces titular de Defensa, Carme Chacón, firmó el decreto ministerial que aprobaba la «actualización» de las Reales Ordenanzas regulatorias de los honores militares, la relación de las autoridades a las cuales corresponden, así como su graduación.
Singularidad del caso
El Supremo ya puso de relieve en su sentencia -con la que denegó el recurso de los Franco- «el carácter único del caso» de la exhumación. Y lo hizo para responder al argumento del ‘caso único’ con el que el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera-Molina, trataba de desvirtuar la validez de la reforma de la Ley de Memoria Histórica en la que el Gobierno se apoya para llevar a cabo el traslado.
El razonamiento utilizado por el Alto Tribunal podría ser rescatado por los magistrados para resolver la polémica de los honores militares solicitados para el dictador: «Las circunstancias que se reúnen en torno a la persona de cuyos restos mortales se está debatiendo lo manifiestan con absoluta claridad. Fue el Jefe del Estado surgido de la Guerra Civil y ocupó una posición central en el ordenamiento presidido por las Leyes Fundamentales del Reino que dieron forma al régimen político por él encabezado».
«La extraordinaria singularidad de su figura la convierte, efectivamente, en un caso único en el sentido de que no hay otra en la que desde el punto de vista público se reúnan las mismas circunstancias», añadían los jueces.
«Por tanto, no nos parece desproporcionado, arbitrario ni contrario al principio de igualdad que se haya tenido especialmente en cuenta» dicha circunstancia a la hora de priorizar la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, decía el tribunal en su fallo. Una tesis que los magistrados podrían utilizar, también, para denegarle la aplicación del Reglamento de Honores Militares.
Alfonso XIII
Pese a que el Gobierno se ha apoyado para denegar a la familia su petición, en el hecho de que los honores recibidos durante el funeral de Estado y público de Franco -que tuvo lugar durante su primera inhumación, tras el fallecimiento del dictador, el 20 de noviembre de 1975- existen precedentes de dobles exequias que la familia exponen en un nuevo escrito presentado ante el Supremo.
En enero de 1980, los restos de Alfonso XIII regresaron desde Italia, donde falleció en el exilio, a España para ser definitivamente inhumados en el panteón de reyes de El Escorial, y recibió homenaje militar. Y ello, pese a que en su día el monarca ya había sido enterrado en Roma con los honores reservados a su posición, incluido el envío de un barco de la Armada Española, que efectuó las correspondientes salvas y cañonazos en señal de despedida.
También contaron con honores los restos de la reina María de las Mercedes cuando fueron trasladados, en el año 2000, desde el monasterio de San Lorenzo de El Escorial hasta la madrileña catedral de la Almudena.