Soraya quiso forzar un encuentro con Casado tras plantarle en el Congreso sin saber que se había ido a Austria
Soraya Sáenz de Santamaría no acudió este jueves a la primera reunión del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso tras la elección de Pablo Casado como presidente del PP. La ex vicepresidenta del Gobierno dejó pasar la cita y se presentó más tarde con un propósito expreso: el de ver al líder de los populares en privado. Pero el objetivo de la que fuera la mujer más poderosa de España se vio frustrado de nuevo por su descoordinación con la agenda del PP. Y es que su intento de que Casado le dijera qué guarda para ella en un encuentro cara a cara chocó con la realidad: que el presidente del PP había partido ya camino del aeropuerto con destino a Austria.
La reunión del Grupo Popular comenzó poco después de las 9 de la mañana en la Sala Ernest Lluch de la Cámara baja. La ausencia de la ex número dos del Gobierno de Mariano Rajoy saltó inmediatamente a las portadas después de que OKDIARIO amaneciese con la exclusiva de que Sáenz de Santamaría medita ya dejar la política activa para saltar a la empresa privada
Los rumores dentro del partido no cesaban y todo el mundo buscaba con la mirada a Soraya. La ex vicepresidente no ocupa en la actualidad ninguna portavocía del Grupo Parlamentario en el Congreso ni preside ninguna Comisión. Es una diputada rasa, vocal de la Diputación Permanente. Nada más. Y, por lo tanto, lo normal hubiese sido que se hubiese incorporado a la reunión como el resto de diputados. Pero no fue así.
Hay que recordar que Sáenz de Santamaría tampoco acudió el pasado 27 de agosto a la reunión que celebró este órgano. Su puesto, de hecho, fue ocupado por un diputado suplente.
La reunión era importante. Y así lo interpretó, por ejemplo, la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, quien también aspiró a la Presidencia del partido frente a Casado. La ex ministra de Defensa ocupó su asiento en la primera fila de la sala, junto a la dirección del grupo, y se mantuvo en la reunión, tal y como siempre solicita el protocolo del partido. Y lo hizo pese a haber anunciado ya su abandono de la Presidencia del PP de Castilla-La Mancha y, por lo tanto su renuncia a ser candidata del partido en las próximas elecciones regionales.
Sáenz de Santamaría no asistió y llegó más tarde: a media hora de la votación del Pleno que se celebraba ya en esos momentos. Votó y salió con el objetivo de forzar un encuentro con Casado. Y así lo hizo saber a quienes le preguntaban por su futuro: “Lo diré cuando hable con el presidente”.
Pero su descoordinación con la marcha del partido hizo que no supiera que Casado tomaba un vuelo a las 16:00 horas en Barajas con destino a Austria. Un dato que era complicado adivinar porque ella no se había puesto en contacto con la nueva Presidencia para certificar si acudiría o no a la reunión de este jueves del Grupo Popular en el Congreso.
Encuentro frustrado. Así lo debió entender Sáenz de Santamaría que, acompañada de Íñigo Méndez de Vigo, abandonó el Parlamento.