A DEDO

Sanidad busca un funcionario afín para Melilla tras fulminar a la gerente que denunció irregularidades

La destitución de la anterior directiva del hospital de Melilla se produjo en plena polémica por contratos públicos inflados

Sanidad infla con impuestos irreales los contratos millonarios del nuevo hospital de Melilla

El Ingesa admite los sobrecostes en los contratos de Melilla que destapó OKDIARIO

MELILLA
El ministro de Sanidad, José Manuel Miñones.

El Ministerio de Sanidad busca gerente para el Hospital Comarcal de Melilla. Lo hace tras cesar a la funcionaria que ocupaba este puesto. La fulminó un día después de destapar las irregularidades que se están produciendo en procedimientos de gestión hospitalaria que dependen del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), organismo del Ministerio de Sanidad del que dependen las prestaciones sanitarias en Ceuta y Melilla.

Según ha publicado el Ingesa en el Boletín Oficial del Estado, se busca un gerente para gobernar el Hospital Comarcal de Melilla. Al mismo tiempo, ha convocado otras 39 plazas para puestos de trabajo de distintas especialidades y escalas para el Ingesa en Melilla. Todo esto se produce después de que OKDIARIO destapara que este organismo del Ministerio de Sanidad está inflando los contratos de suministro para el futuro hospital de Melilla, mediante la aplicación de tipos impositivos muy superiores a los que corresponden por ley.

Anomalías y sobrecostes

Esta mecánica conlleva el siguiente efecto: el Ingesa paga al contratista más de lo que le corresponde, porque liquida un impuesto mayor que en realidad no existe; y el contratista luego liquida ante la autoridad tributaria el impuesto real, lo que le deja un exceso de beneficio que, a su vez, es un exceso de coste para la Administración. Fuentes directamente conocedoras de estos procedimientos han mostrado incluso sus sospechas por estas anomalías, que conducen a sobrecostes injustificados.

En varios contratos se está aplicando un tipo impositivo que duplica el que debería aplicarse por ley. Tan sólo en el contrato para abastecer de aparatos médicos al servicio de radiología, eso genera un sobrecoste de 227.000 euros de dinero público que han ido a parar a una empresa privada.

El pasado 1 de junio de 2023, la Subsecretaría de Sanidad, liderada por Octavio Rivera Atienza, sacó a información pública la convocatoria de la provisión de un puesto de trabajo como Gerente de Atención Sanitaria en el Hospital Comarcal de Melilla. Lo hace tan sólo unos días después de que la anterior gerente, Elisa Perlado, fuera cesada sorpresivamente, en lo que algunas fuentes calificaron como purga interna por las anomalías destapadas. De hecho, ella misma ha denunciado que no han existido razones regladas y objetivas que justifiquen su destitución.

«Propio de una dictadura»

«No encuentro ninguna razón profesional, que guarde relación con mis responsabilidades, ni con las decisiones que he adoptado ni con el desempeño de mi trabajo para este cese», indica. Y remarca: «La situación me parece insólita, propia de una dictadura y no la entiendo en la España de 2023». «Hay una desproporción absoluta en la forma de actuar, a mi modo de ver incomprensible», explica Perlado en una carta remitida a OKDIARIO en la que asegura que tomará medidas legales tras las «humillaciones» sufridas durante el ejercicio del cargo. Entre estas «humillaciones», Perlado destaca que fue apartada en actos científicos a los que tradicionalmente había acudido como gerente y que le fueron vetados como represalia. Su destitución ha llegado, además, en un contexto de huelga de médicos en Melilla: denuncian los servicios deficitarios que sufre la sanidad en esta ciudad autónoma.

Acoso

La ex gerente, Elisa Perlado, ha decidido tomar acciones legales contra su destitución. Y, en paralelo, ha interpuesto una denuncia por la supuesta sustracción de documentación exclusiva del Hospital Comarcal de Melilla. Los hechos ocurrieron el pasado 31 de marzo cuando, según diversas fuentes médicas, el director territorial de Ingesa, Omar Hauoari, accedió al despacho de la gerente para destruir grabaciones de las cámaras de seguridad del hospital.

Lo hizo después de que el propio Hauoari hubiera sido denunciado por acoso laboral a una subordinada, una enfermera del Servicio de Diálisis. Unidas Podemos llegó a emitir hace unos meses una nota de prensa en la que revelaba esta información. Este partido detalla que Hauoari fue expedientado, pero la sanción quedó anulada porque el trámite administrativo no se hizo correctamente. Es decir, por defectos de forma. Sin embargo, aseguran que en el expediente disciplinario quedó claro que Haouari tuvo un comportamiento sistemático de críticas, reproches, acusaciones y amonestaciones contra esta enfermera, actitud que no mostraba hacia el resto de personal del servicio.

39 plazas

Respecto a las 39 plazas que el Ingesa ha convocado para otros puestos –al margen del de gerente–, se incluyen 14 jefaturas que gestionarán la sanidad melillense desde Madrid. En vez de contratar médicos, tal y como demandan en la ciudad autónoma, el Ministerio de Sanidad ha preferido contratar funcionarios para sus servicios centrales de Madrid, lo que ha provocado una oleada de indignación entre los facultativos destinados en Melilla, que llevan en huelga desde el mes de marzo.

Una las principales reivindicaciones de los paros es que Melilla tenga más médicos. Según explican fuentes sanitarias consultadas por OKDIARIO, existen servicios y especialidades sin facultativos o en condiciones sumamente precarias. Basten dos ejemplos: en Dermatología no hay ningún facultativo; y en Oncología sólo cuentan con un especialista para toda la ciudad, lo que hace que la capacidad del servicio sea muy limitada en un área tremendamente sensible. Asimismo, esta falta de médicos provoca que los actuales facultativos tengan que doblar guardias ante la importante presión asistencial que tiene el actual Hospital Comarcal de Melilla.

Entre los facultativos que ejercen en las actuales condiciones cunde la indignación por cómo está actuando el Ingesa al respecto. «Convocan plazas para burócratas y para colocar a amiguetes y ninguna para médicos asistenciales diciendo que no hay dinero para contratar facultativos», indica este especialista. Y remarca: «Lo han hecho para blindar este organismo desde Madrid, dudo que esas plazas existan en la Relación de Puestos de Trabajo tal cual han salido en el BOE, por lo cual se podría impugnar». Este facultativo asegura que lo que se está produciendo «es un escándalo ético y un desastre para la gestión del Ingesa», y, lo que es peor, para el servicio sanitario que se presta a los ciudadanos.

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