Negociaciones para la investidura

Sánchez sopesa incumplir su pacto con Junts sobre el catalán para no ser humillado en la UE

Junts y ERC apoyaron la investidura de Armengol a cambio de la defensa por parte del Gobierno del uso oficial del catalán en la UE

Suecia frena el intento de Sánchez de convertir el catalán y el euskera en lenguas de la UE

Sánchez se salta la Ley del Gobierno al pedir a la UE que incluya el catalán como lengua oficial

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Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Junts y ERC apoyaron la investidura de Francina Armengol como presidenta del Congreso a cambio de que el Gobierno defendiera el uso oficial del catalán en la UE. Una exigencia a la que Sánchez se comprometió sin antes consultar la opinión del resto de los Veintisiete.

Pedro Sánchez estaba dispuesto, incluso, a sufragar el coste que podría suponer el hecho de que en Bruselas se impusiera el uso del catalán, el euskera y el gallego, pero ahora el presidente del Gobierno en funciones está sopesando incumplir el pacto que tenía con Junts para no quedar en ridículo al perder una votación como presidente de turno de la Unión Europea. Y es que aceptó este chantaje de los independentistas sin debatirlo con los Veintisiete.

La primera prueba de fuego para Pedro Sánchez, de cara a lograr su investidura, es el 19 de septiembre. Bruselas, ciudad en la que se decide ahora mucho de la política interna española, será el escenario del debate sobre la oficialidad del catalán en la UE. Compromiso que adquirió el presidente del Gobierno en funciones con Carles Puigdemont a cambio de apoyar la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso.

Ofensiva por el catalán en la UE

El eurodiputado ha obligado al PSOE, con el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares a la cabeza, a desplegar una ofensiva diplomática cuyo objetivo es presionar a los reticentes gobiernos de Suecia, Eslovaquia, Finlandia e Irlanda para que permitan la unanimidad necesaria para la reforma. Sánchez está dispuesto a todo para satisfacer a Puigdemont. Incluso a asumir un coste millonario, sin necesidad alguna, para que los Veintisiete no se opongan a su petición.

La negativa de estos estados miembros a permitir la inclusión del catalán, el euskera y el gallego entre las lenguas oficiales de la UE, tanto por el alto coste que esto tiene para las arcas públicas como por cuestiones políticas, trastoca los planes de Sánchez.

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Pedro Sánchez en Bruselas. @Getty

El presidente en funciones dio por hecho a Junts que el 19 de septiembre Europa lo aprobaría. Alardeando de que «España se hace escuchar» y valiéndose del cargo de presidente de turno de la UE para forzar una votación que requiere de una unanimidad que no existe a día de hoy. Un exceso de confianza que ahora le deja en el alambre y, como ocurrió con el registro por parte de Albares de la petición in extremis y de madrugada, obliga al Gobierno a correr con presiones incluidas para ablandar el rechazo de otros países y poder cumplir así con sus promesas con Junts.

Lenguas reconocidas en la UE

En la actualidad son un total de 24 las lenguas reconocidas por la Unión Europea, cuyo uso es aceptado y divulgado a través de las instituciones comunitarias. Se regula a través del artículo 55.1 del Tratado de la UE (TUE). Los idiomas con los que habla Europa son:

  • el alemán
  • el búlgaro
  • el checo
  • el croata
  • el danés
  • el eslovaco
  • el esloveno
  • el español
  • el estonio
  • el finés
  • el francés
  • el griego
  • el húngaro
  • el inglés
  • l irlandés
  • el italiano
  • el letón
  • el lituano
  • el maltés
  • el neerlandés
  • el polaco
  • el portugués
  • el rumano
  • el sueco

España quiere incluir de golpe y porrazo tres lenguas más a este tratado. Algo que Moncloa vende como «un impulso» de estos idiomas, pero que para países como Suecia, con hasta 60 lenguas habladas, constituye una amenaza interna importante.

Votación del catalán en la UE

La votación debería resolverse el próximo 19 de septiembre en el marco del plenario del Consejo de Europa, cuya orden del día la fija la presidencia de turno de la UE que este semestre ostenta España. Pero fuentes del Gobierno consultadas por este periódico no descartan que, si la acción diplomática no da sus frutos, pueda retirarse la solicitud del debate entre los 27 con el fin de evitar perder la votación. Lo que supondría una derrota para Pedro Sánchez.

El Ejecutivo de coalición aprovechó su posición de dominio, al ostentar la presidencia rotatoria de la UE, para colocar en el orden del día de la reunión de la semana que viene la cuestión. Para cumplir así con el compromiso adquirido con Junts y ERC y no dinamitar antes de hora la negociación. Pero Moncloa hizo este movimiento partidista sin antes consultar al resto de Estados miembros. Lo que ahora deja a España en una situación débil. Pues fuentes diplomáticas de otros países expresaron en la reunión preparatoria de este viernes que «nadie entiende la urgencia» de Sánchez.

Los socios europeos, según se desprende de la reunión celebrada este viernes en Bruselas, solicitan el aval jurídico del Consejo de Europa y evaluaciones de impacto detalladas sobre los aspectos financieros y administrativos si se cambiara el reglamento, lo que hace casi imposible que el martes se tome una decisión como Sánchez había prometido a Carles Puigdemont. Lo que sitúa un nuevo elemento distorsionador en las negociaciones entre el PSOE y Junts.

Compromiso con Puigdemont

Si finalmente Sánchez opta por retirar la petición del reglamento del próximo pleno, el Gobierno aún tendrá alguna posibilidad más de llevarlo a votación antes de que finalice el año. Pero, teniendo en cuenta el nivel de compromiso adquirido por parte del presidente en funciones con Puigdemont, con un «España se hace escuchar en Europa» como garantía de que lo iba a lograr sin demasiado esfuerzo, para los separatistas la fecha de aprobación debe ser el día 19.

Todo lo que no sea cumplir con ese calendario, explican en el entorno del ex president de la Generalitat, «minaría aún más» la poca confianza que los junteros tienen en el líder socialista. Y provocaría un paso atrás en la negociación -o conversaciones- que hay para el apoyo de los siete parlamentarios de Puigdemont a la investidura de Sánchez. El eurodiputado repitió varias veces que “el calendario es claro, el 19 de septiembre”. Y a eso se remiten.

Reticencias de países de la UE

Finlandia ha sido el último país en manifestar públicamente sus reticencias a este compromiso sobre el catalán y otros idiomas cooficiales la UE del Gobierno de Sánchez con los separatistas. Pero antes que Helsinki, ya en agosto, también Eslovaquia manifestó su oposición al reconocimiento de las lenguas cooficiales del Estado a nivel comunitario. Irlanda, que en su momento logró el reconocimiento de su idioma al margen del inglés de Reino Unido, también se opone a la petición española de reconocer el catalán en la UE de la misma forma que lo hace Suecia, con varias lenguas habladas.

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