Sánchez se pasea por Marruecos tras dispararse un 40% la oleada de inmigrantes por el enfado de Argelia
La llegada de inmigrantes por vía marítima ha crecido desde el giro histórico con el Sáhara
Pedro Sánchez se escapa a Marruecos para pasar unos días con su familia tras el espionaje de Pegasus
La prensa afín a Mohamed VI aplaude el viaje de Sánchez porque reafirma su «giro histórico» en el Sáhara
El histórico giro en el Sáhara que Pedro Sánchez firmó con Marruecos en marzo del año pasado ha activado la vía argelina para la llegada de pateras. Los datos revelan que esta opción es actualmente la preferida por los inmigrantes que tratan de alcanzar suelo español. Si bien es cierto que en términos globales la llegada de inmigrantes a España se ha reducido, no sucede lo mismo si los datos se observan de forma desglosada. En este caso, adquiere relevancia la cifra de los llegados a la Península y Baleares por vía marítima -como recogen los balances del Ministerio del Interior-, que constata la relajación de Argelia en el control de los flujos migratorios que parten hacia nuestro país. Así, desde que Sánchez provocó la ruptura diplomática con Argel, los inmigrantes llegados por esta vía han aumentado un 40%.
Entre marzo y agosto del año pasado, 3.640 inmigrantes alcanzaron las costas peninsulares o de Baleares por patera (vía principal del tráfico procedente de Argelia). En el mismo periodo de este año, han sido 5.121.
En paralelo, sí se ha reducido el número de inmigrantes llegados a Ceuta y Melilla por la vía terrestre, los conocidos saltos a la valla que en otros momentos fueron masivos. El control por parte de Marruecos ha permitido que las llegadas se reduzcan hasta un 66,8% en lo que va de año, en comparación con los siete primeros meses del año pasado. En términos totales, la inmigración ha caído apenas un 3,3% (16.174 inmigrantes han llegado a España en lo que va de año).
Una de las razones que esgrimió Sánchez ante las críticas por el cambio de posición con el Sáhara -un giro histórico en la política exterior española- fue precisamente el mayor control de la inmigración por parte de Marruecos.
En la carta remitida al rey Mohamed VI, Sánchez apoyaba que la ex colonia española del Sáhara Occidental se convirtiese en una región autónoma dentro de Marruecos, como defiende Rabat: «España considera que la iniciativa de autonomía es la base más seria, realista y creíble», se sostenía en la misiva. Hasta entonces, todos los gobiernos españoles se habían limitado a las resoluciones de Naciones Unidas, que instan a adoptar una solución acordada entre las dos partes, Marruecos y el Frente Polisario, evitando así apoyar expresamente a una de las partes. Marruecos aplaudió este cambio de posición.
Un mes después de remitir la misiva, Sánchez visitó a Mohamed VI, en un encuentro en el que ambos pactaron una «hoja de ruta duradera y ambiciosa» para «una nueva relación». En el documento se acordaba que los «temas de interés común» serían «tratados con espíritu de confianza, a través de la concertación, sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados». El giro propició una crisis diplomática de enorme nivel con Argelia, que anunció la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, que establece las bases de las relaciones entre ambos países.
Viaje a Marruecos
Ahora, y pese al incierto escenario para la gobernabilidad, Sánchez se ha desplazado a Marruecos para pasar unos días de vacaciones con su familia, en un viaje que desde Moncloa califican de «estrictamente privado» y aseguran que ha sido «costeado íntegramente con recursos propios». No se contempla ninguna agenda institucional, precisan dichas fuentes.
Desde Génova han calificado la visita de «clara provocación» que responde a «la soberbia del personaje» y critican que Sánchez se vaya de vacaciones «pasando de todo» y sin aceptar la propuesta de Feijóo de sentarse a dialogar.