Sánchez cierra sin preguntas sus homilías de la pandemia tras veinte comparecencias en tres meses

Con el fin del Estado de Alarma, que se producirá este domingo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pone fin también a sus homilías semanales desde el Palacio de La Moncloa. Lo hace de la misma forma que las empezó, en su tónica habitual, sin aceptar preguntas de los periodistas.

A lo largo de los últimos tres meses, desde que explicó el 12 de marzo mediante una declaración institucional, que el Gobierno decretaría el Estado de Alarma, el presidente Sánchez ha comparecido hasta un total de 20 veces. El jefe del Ejecutivo ha ofrecido prácticamente más ruedas de prensa en estas semanas que en el tiempo que lleva en el cargo.

Al inicio de las comparecencias semanales del presidente, que en algunas semanas llegaron a ser tres, las preguntas formuladas por los periodistas eran filtradas por el Secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver. Eso provocó las quejas de los informadores que, por primera vez, subscribieron un documento conjunto quejándose del sistema. Más de 500 profesionales se sumaron a la reivindicación.

Finalmente, no sin tiranteces, Moncloa accedió a poner en funcionamiento un sistema mediante el cual los periodistas pudieran preguntar directamente al presidente sin que antes conociera la pregunta. Mediante una videoconferencia y la auto organización de los periodistas se logró interpelar directamente a Sánchez con preguntas incómodas, como la de OKDIARIO hace dos semanas.

Mediante este sistema medios separatistas como El Punt Avui o Nació Digital o especializados como el Diario del Puerto han podido preguntar al presidente hasta en cuatro ocasiones. Este periódico sólo ha podido hacerlo una sola vez. Además también le han preguntado a Sánchez medios sin licencia de emisión como televisiones piratas o radios que emiten para pueblos de 160 vecinos.

Hoy, no obstante, durante la última rueda de prensa Sánchez ha agradecido la labor de los medios de comunicación y los periodistas pese a las dificultades que se han puesto desde su Gobierno para poder trabajar. Algunas explicaciones, mediante un briefing, Moncloa las ha ofrecido únicamente a un grupo de medios seleccionados por la Secretaría de Estado de Comunicación.

A lo largo de la crisis del coronavirus, el Ejecutivo, pese a la petición de información, ha optado por una política de opacidad. Así pues todavía no se conocen los famosos informes a los que se refirió Fernando Simón para autorizar la marcha feminista del 8-M. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, tampoco respondió en ninguna de las múltiples ocasiones que se le preguntó por el nombre de la empresa que se encargó de la distribución de los tests fake.