PAÍS VASCO

Rosa Díez presenta ‘Maquetos’: «La fascinación que tenía el PNV por Hitler es completamente desconocida»

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Paula Baena

Maquetos es el nombre despectivo con el que los autoproclamados «verdaderos vascos», la supuesta raza aria vasca, llamaba a aquellos que emigraron desde otras regiones de España y es también el nombre del último libro de Rosa Díez (Vizcaya, 1952), en el que a través de la historia de su propia familia denuncia la «pulsión racista» del nacionalismo y pone de manifiesto la «fascinación que el PNV sentía por Hitler».

La autora ha presentado el libro este jueves en la Asociación de la Prensa de Madrid, acompañada del escritor Andrés Trapiello, donde ha ahondado en el papel del Partido Nacionalista Vasco en la xenofobia imperante en el País Vasco.

«Contar la historia íntima de mi familia es contar la historia de miles de españoles que han sufrido. También es contar algo prácticamente desconocido para todos los españoles que explica todo esto, que es esa pulsión racista del nacionalismo», ha señalado. «Eramos maquetos porque ellos se consideran de una raza superior», ha sentenciado.

«Y eso se explica muy bien», ha agregado, «si uno estudia las relaciones del PNV con los nazis». Díez ha expuesto la admiración y la buena relación que tenía la dirección del PNV con Hitler, algo que está documentado en los diarios manuscritos José Antonio Aguirre Lecube, lehendakari del Gobierno vasco durante la guerra civil.

Unos diarios que permanecen en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos desde el año 1994 porque, a juicio de la fundadora de Unión Progreso y Democracia (UPyD), el PNV quiere ocultar esa relación entre el nacionalismo vasco y el nazimos.

En esos documentos, ha sostenido, «la dirección del PNV habla de lo buenísimo que sería que Hitler ganara la guerra, lo interesante que sería apoyarles para construir una nueva Europa, que era la Europa natural, que es la de la raza y no la Europa artificial, la de los Estados».

Además, Díez ha esbozado la estrecha relación que existía entre el PNV y ETA. «Los vasos comunicantes que funcionan entre el nacionalismo catalán o el vasco o todo el nacionalismo se producen también entre el nacionalismo asesino y el que no mata. Están perfectamente unidos», ha esbozado.

En ese sentido, ha subrayado que «cuando ETA estaba muy fuerte, es decir, cuando asesinaba cada semana, el PNV estaba muy moderado». En cambio, «cuando la Policía desarticulaba algún comando y ETA estaba en dificultades y no podía operar, el nacionalismo vasco institucional se ponía radical y se ponía fuerte en el discurso».

La autora también ha opinado que ETA, aunque ya no mate, «está viva, no sólo porque su ideología nunca ha sido condenada por sus sucesores sino porque quienes han pactado con sus sucesores para gobernar España están limpiando su historia». Y, sobre todo, ha apuntado, «está viva porque hay más de 379 de sus asesinatos que no han sido juzgados».

«Hay que seguir luchando, porque esta no es sólo la batalla contra el nacionalismo, es la batalla de la civilización», ha apostillado la autora, que, pese a todo, se ha mostrado optimista con el futuro del País Vasco.

«Yo no soy optimista en el sentido antropológico, pero lo que sí creo es que hay que librar las batallas. Mejor dicho, creo que las únicas batallas que pierdes seguro son las que no libras», ha esgrimido.

Por eso, ha apuntado, hay que escribir libros como Maquetos, que ya va por su tercera edición, una historia «escrita para que nadie olvide».

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