Los registros civiles detectan desfases de hasta 500 muertos al día respecto a las cifras oficiales del coronavirus
Que en las cifras oficiales del coronavirus no figuran todos los fallecidos por la enfermedad es un hecho prácticamente incontestable y constatable sólo con recurrir a los registros civiles. Es una contabilidad paralela al Ministerio de Sanidad que muestra que en las últimas semanas se han dado días con más de 500 muertos por encima de las víctimas contabilizadas del Covid-19.
Si en 2020 fuese un año ‘normal’, el día 31 de marzo habrían muerto por todo tipo de causas 1.118 personas. Pero como no lo es de ninguna manera, a ese día hay que sumarle las 849 víctimas mortales del Covid-19 anunciadas por Sanidad ese mismo día. Un total, sumado, de 1.967 decesos. Sin embargo, según los registros civiles fallecieron un total de 2.476 personas. A las cuentas les faltan 509 muertes que constan en los registros civiles. Y esta situación ocurre más veces en el periodo entre el 17 de marzo y el 14 de abril.
Este registro del Centro Nacional de Epidemiología es simplemente un indicador para conocer el exceso de mortalidad registrado un día concreto y detectar situaciones anómalas. No indica que esos 509 fallecimientos ‘extra’ hayan sido necesariamente por coronavirus. Pueden ser más, menos, o ninguno. Pero con los datos aportados por trabajadores de funerarias, las cifras de fallecidos en residencias que no se han contabilizado hasta ahora y que van poco a poco aflorando -en Cataluña se han sumando 3.341 decesos más en las últimas 24 horas-, y la aplicación de las restrictivas normas impuestas por Sanidad en cuanto a los certificados de defunción -deben poner ‘posible COVID-19’ pero no pasan a los balances oficiales-, se puede obtener una idea aproximada de la procedencia de ese medio millar de fallecimientos ‘de más’.
Funcionamiento del sistema
El CNE controla a diario el desfase de mortalidad sobre el umbral esperado de fallecimientos para un día concreto en circunstancias normales. Lo hace utilizando las cifras que le aportan los diversos registros civiles provinciales. Y con ellos genera una gráfica para el llamado Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo).
En la práctica, se trata de una ‘guía’ que analiza los datos de mortalidad de años anteriores -al menos desde 2008- y elabora una media con la que es capaz de predecir con bastante exactitud -en condiciones normales- cuántos muertos habrá a nivel nacional en un día concreto. Tiene en cuenta con variables como las olas de calor o los brotes de gripe estacional, que suelen disparar la mortalidad en diversas fases del año. Pero nunca habían registrado cotas como las que están viendo estos días con el coronavirus, con pronunciados picos de mortalidad en momentos concretos de la pandemia.
La banda azul que figura en el gráfico establece los niveles mínimos y máximos sobre los que se debería mover el cálculo de defunciones estimadas. A mediados del mes de marzo, coincidiendo con la entrada en vigor del estado de alarma, los valores se salen de los máximos preestablecidos.
La curva, como advierte el propio CNE, tiene una tendencia descendente en los últimos días contabilizados por una cuestión técnica: el retraso de los registros civiles a la hora de aportar datos, que puede llegar a ser de semanas. Por lo que el desfase con las estadísticas de Sanidad puede ser aún mayor cuando lleguen esos datos.
4.359 muertos de más en España
A nivel nacional, en el periodo que va desde el 17 de marzo al 14 de abril, el CNE señala que han fallecido en España 54.263 personas -número que va creciendo al ritmo que los registros civiles aportan datos oficiales-. Eso supone 21.882 personas más de las 32.382 que habrían muerto en España si 2020 hubiese sido un año ‘normal’ y el país no se estuviese enfrentando a una pandemia. Un 68% más de lo esperado.
En ese mismo periodo, el Ministerio de Sanidad ha cifrado oficialmente en 17.565 los fallecidos por Covid-19 -entre el 17 de marzo, cuando había 491 muertos, y el 14 de abril, con 18.056-. Comparando con los datos recabados por el CNE, en ese periodo han muerto ‘de más’ 4.359 personas en España. Aunque, oficialmente, no se sabe a ciencia cierta de qué.