España
X ANIVERSARIO DE FELIPE VI

Recado del Rey a Sánchez: «Hay que discernir lo que es correcto de lo que no lo es»

El Rey ha recordado su compromiso con la Constitución y los valores que representa

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

El Rey Felipe VI ha reivindicado ante Pedro Sánchez, durante el discurso con motivo del décimo aniversario de su proclamación ante las Cortes Generales, el valor de la «coherencia» con los «compromisos adquiridos». Asimismo, le ha recordado que «hay que discernir lo que es correcto de lo que no lo es».

Unas palabras que cobran más importancia que nunca teniendo en cuenta que el presidente del Gobierno ha pisoteado todos sus compromisos adquiridos, como el de no pactar con Bildu o no conceder una amnistía a los condenados por el golpe catalán. Amnistía que el monarca se ha visto obligado a sancionar «en cumplimiento de mis responsabilidades».

«Siempre he creído en la importancia de ser coherente con los compromisos asumidos», ha relatado Felipe VI, antes de poner en valor que «esta actitud es la base de la integridad e implica ser fieles a nuestros principios y valores en todas nuestras decisiones y actos». En opinión de Felipe VI, eso «implica escuchar, discernir lo que es correcto de lo que no lo es, y actuar de forma responsable con ese discernimiento, asumiendo incluso el coste personal que ello pueda conllevar».

El jefe del Estado ha afirmado que la Carta Magna y sus valores «son guía para el ejercicio de mis funciones». «Hoy me reafirmo con entusiasmo y determinación en aquel compromiso que ha permeado cada gesto y cada palabra en la década transcurrida». Uno de esos gestos, cargado de palabras trascendentes, fue el discurso contra el golpe separatista en Cataluña del 3 de octubre de 2017 que ahora el Gobierno de Sánchez ha enmendado en su totalidad con la aprobación de la amnistía que olvida lo que ocurrió durante aquellos meses en dicha comunidad autónoma.

El emblema de Felipe VI

«Servicio, compromiso y deber» ha sido el emblema elegido por Felipe VI con motivo del décimo aniversario de su proclamación como Rey el 19 de junio de 2014. Fuentes de la Casa del Rey han explicado que ha sido el propio Don Felipe el que ha escogido las palabras del lema, muy representativas de lo que han sido estos diez primeros años de reinado. Una década de reinado en los que ha tenido que afrontar algunos momentos de enorme dificultad a los que ha dado la vuelta para reforzar el papel de la Corona.

El lema no es sino una continuación de la senda de mayor transparencia y ejemplaridad que él mismo trazó con su primer discurso hace ahora diez años, en el que prometió a los españoles una «monarquía renovada para un tiempo nuevo». Un compromiso que ha desempeñado en esta década tomando decisiones tan dolorosas como la retirada de la asignación constitucional que tenía su padre, el Rey Juan Carlos I, y posteriormente impedirle pernoctar en el Palacio de La Zarzuela tras su marcha a Abu Dhabi como consecuencia de las revelaciones de OKDIARIO.

En su discurso de hoy, Felipe VI ha detallado el sentido de cada una de las tres palabras que ha elegido como emblema. «Servicio, porque es inherente y parte medular del propósito de la Corona» y «compromiso entendido como obligación asumida con nuestra Constitución y con los valores que sustentan nuestra convivencia democrática y con los compromisos éticos y morales». De la misma forma, ha destacado el «deber, porque del sentido del deber emerge la voluntad de actuar siempre del modo más correcto y de cumplir las obligaciones de manera íntegra y ejemplar».

Su discurso ante las Cortes Generales

El Rey debe «ser símbolo de la unidad y permanencia del Estado», «respetar el principio de separación de poderes» y mantener la «neutralidad política», sostuvo en aquel primer discurso como monarca ante las Cortes. Asimismo, dejó claro que «la Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza» y también cumplir con su exigencia de «ejemplaridad» a quienes protagonizan la vida pública. «El Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no solo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de todos los ciudadanos», defendió.