Dictadura lingüística

Quince de cada 100 colegios públicos valencianos ya no imparten ninguna hora en español

El subterfugio legal ideado por el Gobierno bipartito de la Comunidad Valenciana consuma el despropósito de la discriminación a la lengua oficial del Estado español, en la etapa de educación no obligatoria.

El 50% de los colegios públicos valencianos dará sus clases en catalán

Ximo Puig y Mónica Oltra
Ximo Puig y Mónica Oltra, en una imagen de archivo.

Un año después de que la Generalitat Valenciana que gobiernan el socialista Ximo Puig y la nacionalista Mónica Olta implantase los planes de estudios «experimentales», para la inmersión lingüística en valenciano, el 15 % de los centros públicos han eliminado radicalmente el español de su temario.

Doscientos ocho colegios, seis de ellos concertados, de los 1.380 que integran la bolsa disponible en la página web de la Consejería de Educación de la Comunidad Valenciana -con oferta de plazas para la etapa de educación Infantil, escolares de 3 a 6 años- ya han implantado la fórmula diseñada desde el Gobierno autonómico para erradicar el español del horario lectivo en sus aulas.

Los programas plurilingües «experimentales» son el subterfugio ideado para saltarse los porcentajes mínimos de exposición que establece la legislación actual sobre cada una de las lenguas de enseñanza. De este modo, la Consejería de Educación valenciana ha autorizado un método por el cual en los colegios adscritos no imparten ni una sola hora de español a sus alumnos de educación no obligatoria. Los escolares tendrá que esperar hasta Primaria para recibir contenidos en la lengua oficial del Estado.

El primer intento de la Generalitat se fraguó en 2017 mediante la aprobación de un decreto de plurilingüismo diseñado por el entonces consejero de Educación, el nacionalista valenciano Vicent Marzá, pero fracasó al ser declarado ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJV). Entendió el órgano judicial que la norma discriminaba al español. 

Posteriormente, y una vez hubo entrado en vigor la ley 4/2018 actualmente vigente, se estableció que los contenidos académicos de los centros valencianos debían contemplar un reparto curricular trilingüe: un mínimo del 25% de las clases debían ser impartidas en valenciano, otro 25% en español y del 15% al 25% restante se reservaba para el inglés.

La trampa llegaría de la mano del artículo 8 de dicha ley donde se establece la figura de los Programas piloto que permiten a la Consejería de Educación autorizar programas plurilingües innovadores, bajo la premisa «experimental», siempre y cuando estos «cumplan o superen los objetivos establecidos en esta ley».

Algo que, en la práctica, se está incumpliendo ya en los 15 de cada 100 centros públicos en los cuales durante el próximo curso 2019/2019 se impartirá Educación en el nivel de Infantil, y en algunos casos Primaria, con un 90 % de horas lectivas en valenciano, un 10 % en lengua extranjera -inglés- y un 0 % en español.

De este modo, el Gobierno de la Generalitat de Puig y Oltra desconecta a los menores de su lengua materna natural y la única cooficial en España -tal y como se recoge en la Constitución Española- sin atender a la libertad de elección de los padres la lengua vehicular en la que quieren educar a sus hijos.

Además, el proyecto plurilingüe de la Comunidad Valenciana pasa por extender la financiación pública de la educación íntegra en valenciano hasta los alumnos de 2 años. Si bien dicha etapa no está incluida en la escolarización obligatoria, sí estará subvencionada, en un nuevo intento de la Generalitat por imponer el valenciano como lengua vehicular única.

En los próximos años, todos aquellos padres valencianos que no puedan permitirse alternativas distintas de la educación pública, para escolarizar a sus hijo, verán restringido su acceso a la gratuidad de la enseñanza a un modelo que fulmina el español de las aulas.

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