Puigdemont sí tiene un problema con la bandera de España: la retiró 2 años siendo alcalde de Gerona
La torpeza de un joven invadiendo la esfera privada de Carles Puigdemont y retándole a besar la bandera de España permitió al expresidente tener un gesto de tolerancia que no se corresponde con la realidad. «No tengo ningún problema con la bandera de España», dijo en un vídeo que se ha convertido en viral. Lo ratificó después en un tuit: «Algún día entenderán que no tenemos problemas con España ni con su bandera». Pero algún problema sí tiene Puigdemont con la enseña nacional. Basta con rebobinar la historia.
Algun dia entendran que no tenim cap problema amb Espanya ni amb la seva bandera. La batalla és contra qui exerceix el poder despòticament. La democràcia és més important que totes les fronteres, totes les banderes i totes les constitucions https://t.co/IIMbicLt43
— Carles Puigdemont 🎗 (@KRLS) 23 de enero de 2018
Durante dos años y medio estuvo retirada la bandera de España de la fachada del Ayuntamiento de Gerona que presidía, incumpliendo así la ley de banderas. Todo comenzó cuando, a finales de 2012, alguien sin identificar retiró del balcón del Consistorio la bandera de todos los españoles. Cuando la delegación del Gobierno requirió su restitución al alcalde Puigdemont, éste optó por retirar todas las banderas. El hoy prófugo consideraba innecesario que la bandera de España ondeara en su ayuntamiento y absurdo que la tuvieran que izar a instancias del Estado.
Puigdemont justificó su decisión con el argumento de que «la prioridad de los cargos electos no es la cuestión identitaria». Y criticó la entonces delegada del Gobierno, María de los Llanos de Luna, por requerirle por carta la colocación de la bandera: «En lugar de enviar cartas, debería preocuparse del paro y la crisis económica», declaró a los medios de comunicación.
Quemada y sustraída
La bandera de España desapareció del Ayuntamiento de Gerona en octubre de 2012. El 13 de febrero de 2013, el Consistorio recibió un requerimiento del secretario general de la Subdelegación del Gobierno, Francisco del Campo Fernández, en el que se le advertía de que la bandera española no estaba en el balcón, como era preceptivo por ley, y le instaba a su restablecimiento.
El gobierno de Gerona informó al Estado de que dos gamberradas imposibilitaban que ondeara la bandera española. Según el informe que, con datos de la policía municipal, remitió a la Subdelegación del Gobierno, la bandera había sido «quemada» el 2 de septiembre de 2012 y «sustraída» el 25 de octubre.
El Estado hizo otro requerimiento en septiembre de 2013 y, ante la negativa del Consistorio gerundense, presentó una denuncia el 3 de marzo de 2014. La sentencia obligó al gobierno municipal a hacerla ondear de nuevo en junio de 2015, casi dos años y medio después de no reponerla. Puigdemont se mostró resignado. Y se justificó ante los suyos: había agotado todo el recorrido judicial, pero una vez que la sentencia era firme, no quedaba otra alternativa que ejecutarla.
Estos son los hechos tal cual se produjeron. Puigdemont sí tiene un problema con la bandera de España, en contra de lo que afirmó ante el joven que le filmó besándola bajo coacción.