Nuevas imágenes del ex presidente catalán en Waterloo

Puigdemont presume en Waterloo de su fuga: «El plan B pasó a ser el plan A para desafiar al Estado»

Asegura que "lo arriesgamos todo para poder estar, y les aseguro que no fue una operación sencilla"

Carles Puigdemont Waterloo, fuga, huida
Carles Puigdemont en Waterloo tras huir otra vez de España. (TV3)
María Ruiz
  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional, sociedad e internacional.

El ex presidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont no para de utilizar las redes sociales para explicar por qué huyó de nuevo de España tras dejar en evidencia al Cuerpo de los Mossos y al Ministerio de Interior el pasado jueves. En un nuevo vídeo publicado a última noche de este sábado se puede ver a Carles Puigdemont en su despacho de su casa de Waterloo y paseando en su jardín y acariciando un gato. En la grabación presume de su fuga y dice que «el plan B pasó a ser el plan A para desafiar al Estado opresor».

El ex presidente catalán asegura que «lo arriesgamos todo para poder estar, y les aseguro que no fue una operación sencilla. En enero del 2018 teníamos una operación similar para entrar sin ser detectados e intentar acudir a la toma de posesión si se producía la investidura».

Añade que «yo nunca he querido facilitar mi detención. Mucha gente me pedía que no me pusiera en riesgo. Pero yo decidí asumir el riesgo y el coste que podía acarrear a cambio de poder entrar y hablar en el Parlamento. Lo que no tenía ningún sentido era ir a una detención segura sin poder siquiera entrar en el Parque de la Ciutadella. Era una forma de dejarme detener sin poder tomar la palabra, es decir, de entregarme voluntariamente de forma gratuita. Y esto habría sido considerado un sacrificio inútil, porque lo habría sido», ha asegurado Carles Puigdemont en su última aparición a través de declaraciones a TV3 desde Waterloo.

Carles Puigdemont Waterloo, fuga, huida

«Por eso decidí intentar impedir mi detención -continúa-. Si no me habían dejado hablar, yo no tenía que dejarme detenerles. Así de claro. Asumía que la operación era prácticamente imposible, y que los costes serían enormes si fracasaba. Pero era la única forma de que el riesgo y el sacrificio tuvieran sentido, sobre todo si salía bien. Y salió bien, por muchos factores que ahora no hace falta detallar y que durante mucho tiempo no podremos explicar».

El ex presidente catalán puntualiza varias cosas sobre su fugaz presencia en Barcelona  sin ser detenido prueba: «La primera, que nosotros tenemos capacidad para entrar y para salir, para desafiar a un Estado represor».

«Y que no nos rendimos, y que yo no he ido a entregarme». Añade que «Activamos un plan que nos parecía imposible, que no daba muchas posibilidades de éxito. Yo estaba convencido de que podía acabar fácilmente detenido». Pero añade que, «si salía bien», ese plan le permitía demostrar la fuerza de sus objetivos.

Así que, explica, «nuestro plan B pasó a ser el plan A». Y revela por qué activó segundo plan: porque habían «visto que yo no podría acceder (al Parlament), que yo no podría hablar, que no serviría de nada hacerme detener y que mi intención era poder continuar el trabajo».

Sobre la ley de amnistía, insiste en que «hay un tribunal que se está rebelando contra las leyes aprobadas por su parlamento. Eso no es aceptable. Eso no lo puede aceptar ningún Estado de derecho».

«No queda ningún otro remedio que se aplique la ley de amnistía, porque, si se quiere hacer política, y yo quiero hacer política en condiciones de normalidad, esta ley se debe aplicar», ha añadido.

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