CATALUÑA

Puigdemont negociará esta semana con Rovira en Ginebra el frente separatista para la repetición electoral

Llevan varias semanas hablando para favorecer un acercamiento entre Junts y ERC

Puigdemont Rovira
Marta Rovira y Carles Puigdemont.
Joan Guirado

Carles Puigdemont y Marta Rovira se reunirán a finales de esta semana en Ginebra para acercar posiciones entre Junts y ERC de cara a un escenario de repetición electoral en Cataluña. Una opción que cada vez gana más enteros ante la negativa de Salvador Illa y Carles Puigdemont a someterse a un primer debate de investidura en el Parlament, previsto para el próximo 25 de junio, sin los avales suficientes para resultar elegidos. Tal como avanzó OKDIARIO en primicia, ERC sopesa concurrir junto a Junts, que ya les ha trasladado una primera oferta con 25 puestos de salida -el 12M lograron 20 parlamentarios-, si hay nuevas elecciones.

Este martes empieza la ronda de contactos en la que el presidente del Parlament, Josep Rull, se reunirá con todos los grupos parlamentarios para conocer cuál de los 135 diputados tiene más posibilidades de ser elegido. Por ahora nadie cuenta con una mayoría que permita el desbloqueo y la formación de un nuevo Govern.

En paralelo a esa ronda de consultas, y posiblemente con una visita de por medio de Rull a Puigdemont en Waterloo, a finales de semana el candidato de Junts se reunirá con Marta Rovira en Ginebra. La secretaria general de ERC, la máxima representante del partido tras la dimisión de Oriol Junqueras, tiene su oficina montada en el país helvético desde que se fugó de la Justicia. Por allí también han pasado estos días cargos del PSC.

El encuentro en Ginebra, por eso, y según fuentes cercanas a ambos líderes políticos, tiene más que ver con recuperar la unidad del separatismo de cara a una repetición electoral que a explorar un posible acuerdo a una eventual investidura de Carles Puigdemont. Un paso que podría darse igualmente, sobre todo para que ERC pueda ir a las urnas defendiendo no haber impedido la formación de un gobierno separatista, pero conscientes que para que Puigdemont sea investido necesitan también el apoyo de un PSC que está muy lejos de entregar sus votos a ERC y Junts.

Con Oriol Junqueras ya apartado de la dirección de ERC, y tras haber estallado una guerra civil interna en la formación con sede en la calle Calabria de Barcelona, la fugada Marta Rovira desde Suiza es la que pilota las negociaciones y ese acercamiento a Puigdemont.

Un cambio de rumbo impensable hasta hace unos días, ya que Junqueras se negaba a ello, pero que los dirigentes afines a Rovira están promocionando incluso entre sus bases de cara al futuro referéndum a la militancia para decidir a quién deben apoyar en una investidura.

Marta Rovira, que empujó a Puigdemont a declarar la DUI en 2017 cuando se daba por hecho que iba a adelantar las elecciones, ya defendió en campaña electoral que ERC debía volver a tender puentes con Junts. Una opción que no convence ni a Junqueras ni al portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, que son más partidarios del entendimiento con el PSOE y el PSC.

De hecho ERC, con Junqueras aún como presidente, había pactado con el PSC entregar la presidencia del Parlament a los socialistas. Un pacto que estaba hecho el domingo anterior a la celebración de la sesión constitutiva. Veinticuatro horas más tarde, por eso, y con Junqueras ya fuera del poder interno, Rovira impuso el apoyo de sus veinte diputados al candidato de Junts para la formación de una mesa separatista.

Illa renuncia a la investidura el 25

Buena muestra de que Cataluña se encamina hacia una repetición electoral, por la negativa de ERC a investir a Salvador Illa, es que el líder del PSC ha anunciado este lunes que va a comunicar al presidente del Parlament de Catalunya, Josep Rull, que rechaza someterse al primer debate de investidura previsto para el 25 de junio.

Illa, en una entrevista radiofónica, ha afirmado que necesita «más tiempo para armar la única manera que pueda hacer viable esta legislatura», lo que, según el, es una mayoría progresista. De esta forma, el líder del PSC sigue los pasos de Inés Arrimadas, que ganó las elecciones con Ciudadanos, pero también rechazó someterse a un debate de investidura.

Illa, aún así, ha manifestado su interés de reclamar más adelante la posibilidad de pedir la confianza de la Cámara si antes alcanza un acuerdo entre PSC, ERC y los Comuns que le garanticen los 68 votos necesarios para salir investido. Según él, «es lo más conveniente para Cataluña».

«Mi compromiso es de hacer todo lo posible para evitar que haya una repetición electoral», señaló Illa, quien ha aclarado que puede tener flexibilidad, aunque no va a entrar en incoherencias con su manera de entender la política. De momento su partido, desde Madrid y por orden de Pedro Sánchez, ya ha prometido a ERC un trato fiscal singular que ha levantado en pie de guerra a todas las autonomías.

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