La recurrió en 2015

El PSOE endurece la prisión permanente tras recurrirla al Constitucional por considerarla «inhumana»

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en el Congreso de los Diputados.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en el Congreso de los Diputados.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Partido Socialista ha apoyado la toma en consideración de una proposición de ley del Partido Popular, Ciudadanos y el Grupo Mixto para endurecer la prisión permanente revisable. El voto supone un giro en la posición que ha mantenido este partido, que incluso llegó a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra esta medida impulsada por el Partido Popular. Ese recurso, que se presentó en junio de 2015, iba firmado por el hoy presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En octubre del año pasado, el Constitucional avaló la constitucionalidad de la figura penal.

Los términos utilizados por el PSOE en el recurso -que también impulsaron otros grupos de la oposición parlamentaria como Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), UPyD y Compromís junto a CDC, UDC, PNV, Nueva Canarias y BNG- eran especialmente duros.

«Desesperanza inhumana»

Así, el ahora presidente del Gobierno consideraba, por ejemplo, que se sometía al preso a un estado de «desesperanza inhumana» y apostaban por el «derecho de resocialización» del penado.

Según exponía el PSOE en su recurso, se trata «una pena irreversible marginaliza (sic) y estigmatiza de por vida al delincuente, a quien no se le permite pagar su deuda y reiniciar su vida en sociedad sin el lastre desocializador de una condena que durará la mayor parte de su vida, sometido además a la amenaza del retorno a prisión». «Esa amenaza estará preñada de incertidumbre, dada la indeterminación e inseguridad de los criterios empleados para determinar ese pronóstico de falta de peligrosidad», reprochaban.

«Espada de Damocles»

Los recurrentes apoyaban sus argumentos en la «pobre fiabilidad de los pronósticos de peligrosidad» sobre los condenados. «No es que el condenado no sepa nunca si podrá salir o no en libertad, sino que una vez que se le hubiera concedido esa libertad a través de la suspensión de la ejecución, penderá sobre él durante otros largos años la espada de Damocles de una revocación que, además, es independiente de sus decisiones, de lo que él pueda voluntariamente hacer u omitir (como por ejemplo cometer o no nuevos delitos), sino que dependerá de la mudable opinión del tribunal sobre si «las circunstancias» –en gran medida indeterminadas – han cambiado», recogía el recurso.

Asimismo, se lamentaban de que la prisión permanente ocasiona «graves padecimientos psíquicos» al condenado, deteriora su personalidad y menoscaba sus capacidades cognitivas y sociales. «Es una pena de naturaleza corporal, dado que menoscaba psíquica y físicamente a la persona», opinaba el partido de Sánchez.

Reincidentes

La iniciativa de PP y Ciudadanos pide aplicar la máxima pena en dos supuestos más: que el reo hubiere hecho desaparecer el cadáver de la víctima o no diere razón de su paradero o que el autor hubiere sido condenado con anterioridad como reo de delito de asesinato.

En el texto, los partidos defienden el endurecimiento de la prisión permanente revisable en estos casos porque «además de la aflicción que el asesinato de un familiar tiene para sus deudos, el hecho de no poder disponer del cuerpo para darle las honras fúnebres que nuestras costumbres sociales y religiosas prescriben, supone un dolor añadido por la acción deliberada del delincuente».

«Que en algunos casos de clara notoriedad los delincuentes se hayan negado a revelar el lugar de ocultación del cadáver de su víctima, incluso cuando están ya condenados en firme y cuando, en consecuencia, ningún perjuicio penal podría acarrearles dar razón de su paradero, pone de manifiesto una acción concurrente con el delito de asesinato en sí, que es la de causar un daño concreto y específico a los familiares y allegados de la víctima, comportamiento que resulta inocuo para el delincuente desde el punto de vista del derecho penal», se sostiene en el texto.

Además, destaca la iniciativa, «sorprende a los ciudadanos ver casos en los que un delincuente ya condenado por asesinato en el pasado vuelve a cometer tal delito al encontrarse de nuevo en libertad».

«Si bien la pena por el delito de asesinato es elevada, no es imposible que por aplicación de los distintos beneficios de suspensión de la pena y permisos penitenciarios, el delincuente pueda encontrar de nuevo la libertad», recuerdan sus impulsores.

En este sentido, consideran que la prisión permanente es «un instrumento de prevención especial respecto del delincuente».

Podemos, que en un principio había anunciado que apoyaría la tramitación de esta iniciativa, ha cambiado su voto a última hora.

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