El PP convierte al socialista Collboni en alcalde de Barcelona para evitar que gobierne el separatismo
"El PP es un partido de Estado que trabaja por la integridad nacional", dicen desde Génova
Constitución de los ayuntamientos tras las elecciones, en directo
El socialista Jaume Collboni ha sido elegido alcalde de Barcelona gracias a los votos del Partido Popular, en un pleno de infarto. La sesión ha arrancado con todas las incógnitas después de que Barcelona en Comú, el partido de Ada Colau, anunciase que darían sus votos al candidato del PSC pero pasarían a la oposición. Se cumplía de esta forma la exigencia de los populares para apoyar al socialista.
Esta decisión in extremis ha invalidado el acuerdo entre Xavier Trias -el candidato más votado el 28 de mayo- y Ernest Maragall (ERC) para investir al candidato de Junts. Ambas formaciones independentistas sumaban 16 concejales, pero la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Barcelona está en 21.
El PP lanzó este viernes un órdago al PSC afirmando que apoyaría a Collboni siempre y cuando los comunes no entrasen en el Ejecutivo municipal, una condición a la que Colau se resistía. Finalmente, y contra pronóstico, el partido ha accedido, despejando así la investidura del socialista y dejando sin efecto el pacto del separatismo. Para la investidura de Collboni era preciso, no obstante, el apoyo del PP, como así ha ocurrido. El candidato del PSC ha reunido 23 votos.
«Por responsabilidad»
El portavoz municipal del PP, Daniel Sirera, ha justificado la decisión por «responsabilidad». «Dije que no haría alcalde a un separatista ni permitiría que los comuns estén en el gobierno», ha argumentado. Ha admitido que dar apoyo a Collboni «principal adversario en el Gobierno de España» no ha sido fácil a 36 días de las elecciones generales. «Pero siempre he dicho que priorizaríamos los intereses en Barcelona por encima de los de mi partido», ha añadido.
La dirección nacional del Partido Popular ha argumentado que su decisión sirve para «retirar de la gobernabilidad de la Barcelona tanto al partido de Carles Puigdemont como a la izquierda rupturista y soberanista que tanto daño ha hecho a la ciudad en estos últimos años».
«Partido de Estado»
Fuentes de Génova han explicado que, en la mañana del jueves, el coordinador general, Elías Bendodo, se puso en contacto con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. En esa llamada, el Partido Popular ofreció su apoyo a Collboni para conseguir la Alcaldía de Barcelona. La única condición planteada fue que Ada Colau no entrara en el equipo de gobierno.
«El PP es un partido de Estado que trabaja por la integridad nacional desde el Gobierno pero también desde la oposición. Hoy arrebatamos al independentismo la posibilidad de gobernar en la ciudad, y logramos además retirar al populismo su mayor plaza institucional a nivel municipal», han añadido las mismas fuentes.
Han señalado que «es posible que el PSOE no actuara con la misma responsabilidad de tratarse de una circunstancia inversa». «Pero el Partido Popular tiene unos principios sólidos que nos exigen no fallar donde otros sí lo harían», han subrayado desde la cúpula del PP.
Daniel Sirera, afirman desde Génova, «será una garantía de oposición crítica pero constructiva durante los próximos cuatro años, y su voto y el de sus concejales serán clave en cada decisión que adopte el Ayuntamiento de Barcelona».
«Mal menor»
El partido de Colau ha alegado que la decisión de apoyar al PSC «se ha tomado en coherencia con la necesidad de evitar un gobierno de Junts que extienda alfombras rojas a los lobbies y a los sectores favorables a las políticas de la derecha».
La ex alcaldesa ha asegurado que la votación al candidato socialista está hecha «sin entusiasmo, como una apuesta por un mal menor».»Barcelona en Comú ha venido aquí sin hacer ningún pacto con ninguna formación política pero con la única certeza que es que nosotros vamos directos a la oposición», ha afirmado en su intervención ante el pleno. «La Convergència del 3% no tenía que volver al Ayuntamiento de Barcelona ni gobernar esta ciudad», ha incidido, dirigiéndose a Trias.
En su discurso de investidura, Collboni ha agradecido el apoyo de Barcelona en Comú y el PP: «Gracias a los concejales que han confiado en mí, especialmente a los que no son de mi opción política. Seguro que es la opción que han considerado mejor para la ciudad», ha señalado. El socialista, que fue primer teniente de alcalde durante los dos mandatos liderados por Colau, ha logrado recuperar así la alcaldía para el PSC después de 12 años sin gobernar la ciudad. «Quiero gobernar para todos los barrios, independientemente de su ideología, de su origen social y de lo que hayan votado», ha prometido, asegurando que se enfrenta al «resto más grande» de su vida.
Por su parte, Trias, en una intervención muy tensa, se ha dirigido directamente a Colau y Collboni para reprocharles: «Les da vergüenza mirarme a la cara». «Hacen tonterías, crean un ambiente de enfrentamiento. Hace un mal favor al país. A mis 76 años, yo ya lo decía: Si no salgo alcalde, que les zurzan», ha zanjado, visiblemente airado. El líder del grupo municipal de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, ha tachado de «espectáculo indigno» la investidura del candidato socialista.