Nervios en el Govern: varios consellers dimitirán si se declara la independencia
La determinación de Carles Puigdemont a declarar la independencia está generando serias dudas en el bloque soberanista y amenaza incluso con bajas en el propio Govern.
En el punto de mira está el consejero de Empresa y Conocimiento, Santi Vila, que ha encabezado el sector más crítico con los planes del president y que podría anunciar su renuncia si Puigdemont consuma su hoja de ruta con esa declaración, este mismo jueves.
Vila ha sido uno de los firmes defensores de una salida dialogada y trata de convencer aún a Puigdemont para que recule de su deriva rupturista. A ese frente se suman otros consejeros, como Meritxell Borràs, y diputados del ala más moderada. Las reservas ante una declaración unilateral hacen prever incluso la posibilidad de que varios diputados del bloque independentista se ausenten del Pleno, en señal de disconformidad.
Los planes del presidente catalán pasarían por declarar la independencia el mismo jueves y, aún en duda, convocar unas elecciones de tipo constituyente, algo que no frenaría la aplicación del artículo 155.
En su deriva, Puigdemont está asesorado por dirigentes del sector más duro, como la consejera de Educación, Clara Ponsatí o de Interior, Joaquim Forn, ambos nombrados en verano para ‘endurecer’ la ofensiva contra el Estado en dos departamentos clave de cara a la organización del referéndum ilegal.
Pese a sus diferencias políticas, Vila guarda aún una relación de amistad con el president. De hecho, en las últimas horas le ha insistido para que acuda al Senado a replicar la aplicación del 155, algo que Puigdemont no descarta y que podría ocurrir este jueves (algo poco probable por la coincidencia con el Pleno en el Parlament) o el mismo viernes.
Ello no evita en cambio para que su renuncia esté encima de la mesa. El consejero ya respondió con contundencia a algunas de las últimas acciones del independentismo, como el boicot a los bancos convocado por las asociaciones Òmnium Cultural y ANC y se ha mostrado muy crítico en momentos cumbre del órdago secesionista, previos al 1-O.
En el fondo está su intención de preservar su perfil de moderado y, al mismo tiempo, sus opciones de liderar una futura Convergència. Una posibilidad defendida por aquellos que piden rompen de una vez por todas con la CUP y recuperar planteamientos más suaves. En definitiva, reconectar con una parte del electorado convergente que, en los últimos años, se ha ido quedando en el camino por la deriva del procés.
Entre tanto, el Parlament ha convocado un pleno el próximo jueves para responder a la aplicación del 155. La previsión es que la sesión se inicie con una intervención del presidente catalán y, al finalizar el debate, los grupos podrán presentar hasta tres propuestas de resolución, que se votarían el viernes. Por ahora, no se ha decidido si la declaración de independencia se someterá o no a votación.
En la solicitud del Pleno, registrada por Junts pel Sí y la CUP, no hay mención alguna a la declaración de independencia. En su lugar, se afirma que la sesión tendrá por objeto analizar las consecuencias de la aplicación del artículo 155, el ofrecimiento de diálogo y la mediación y las posibles propuestas de actuación.
Desde JxS se ha reclamado además la comparecencia en el Parlament de todos los senadores de designación autonómica-ocho en total-para explicar su voto en la sesión del Senado.