Mas disfruta de un crucero por el Atlántico mientras el Tribunal de Cuentas le reclama 2,8 millones

Caso 3%
El ex presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, acaba de completar una aventura en velero por el océano Atlántico. El crucero ha durado 17 días, en los que ha recorrido 6.000 kilómetros, según ha explicado él mismo en TV3. Fue una experiencia de «naturaleza en estado puro», ha contado. Mas ha disfrutado de esta aventura pese a que aún no ha pagado los 2,8 millones que le reclama el Tribunal de Cuentas por los fondos ilegalmente utilizados en la red exterior diseñada por la Generalitat para promocionar el referéndum ilegal. En su día, ya recurrió a la autodenominada «caja de solidaridad» creada por las organizaciones independentistas para evitar el embargo de su casa por el referéndum del 9 de noviembre de 2014.

El ex dirigente catalán se enroló en esta travesía a bordo de un barco que zarpó desde el puerto de Pasito Blanco, en Gran Canaria. Mas ha contado que, pese a la aventura, también tuvo «incomodidades». «Duermes mal, tienes que hacer guardia de noche. Pero es una aventura y compensa», se ha jactado. Ha contado también cómo en los primeros días se alimentaron de fruta y después de «legumbres y carne, pues la pesca es difícil navegando a vela». La tripulación estaba formada por seis personas.

Mas ha aportado todo tipo de detalles en la televisión autonómica. Por ejemplo, que tuvieron que sortear olas de hasta cinco metros de altura en el Atlántico para enlazar el puerto canario con la isla de Martinica, región francesa situada en las Antillas Menores. En la travesía -que pudieron completar «gracias a los vientos atlánticos»- disfrutaron de «temperaturas suaves» y «hasta calor».

2,8 millones

El ex presidente separatista pudo disfrutar así de un tiempo de relax mientras se niega a pagar el dinero que desde el pasado julio le reclama el Tribunal de Cuentas. El organismo fiscalizador exige en total 5,4 millones de euros a los ex presidentes Artur Mas y Carles Puigdemont, así como al ex vicepresidente Oriol Junqueras y otros 31 ex altos cargos del Govern por las llamadas «embajadas catalanas» y el Consejo de la Diplomacia Pública de Cataluña, conocido como «Diplocat», diseñados para promocionar en el exterior el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

Para evitar el pago, Mas se acogió al fondo creado por la Generalitat para avalar a los dirigentes independentistas a través del Instituto Catalán de Finanzas, una treta que fue rechazada por el Tribunal de Cuentas. «Estamos en la intemperie», se quejó entonces.

Además, el pasado octubre, el Pleno del Tribunal Constitucional rechazó por unanimidad el recurso del ex president, condenado a un año y un mes de inhabilitación y a 36.000 euros de multa por desobediencia grave por el referéndum del 9 de noviembre de 2014. Anteriormente, el Tribunal Supremo ya había rechazado todos los argumentos de Mas, quien invocó sus derechos constitucionales a la participación y a la libertad ideológica y de expresión en busca de su absolución.

No es la primera vez que salen a la luz los gustos de lujo del ex presidente catalán. En julio de este mismo año, Mas y su mujer Helena Rakosnik disfrutaron de una escapada con todo detalle por Ibiza y Formentera. El matrimonio se desplazó en un exclusivo jet desde Sabadell (Barcelona), según reveló el portal Vanitatis. Una vez en Ibiza, realizaron compras y degustaron las delicias de la isla en los restaurantes más selectos. Además, pudieron disfrutar de un yate de lujo de 26 metros de eslora con el que navegaron por aguas de Formentera.

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