El ‘mártir’ Iglesias tras huir de Asturias por una pintada: «Sus amenazas no frenarán nuestro trabajo»

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Irene Montero y Pablo Iglesias, en el Congreso.(Foto: Francisco Toledo)

Pablo Iglesias ha reaccionado en las redes sociales tras conocerse que el líder de Podemos, junto a su pareja y ministra de Igualdad Irene Montero, habían abandonado su vacaciones veraniegas entre denuncias por parte de dirigentes del partido de haber sufrido un «acoso fascista». Ese «acoso» era una pintada en la carretera que conduce a la localidad asturiana de Lena, donde los líderes podemitas socios del Gobierno de Pedro Sánchez pasaban su tiempo de descanso. Iglesias y Montero disponen de un equipo de 15 escoltas pendientes de su seguridad.

Iglesias ha intentado justificar su mensaje, rechazando el «victimismo». Sin embargo, consigue el efecto contrario.

«Lo que hace a nuestra familia la extrema derecha y ciertos medios es grave, pero hay que poner cada cosa en su contexto. Hay gente que ha pagado con su libertad, con su vida o con torturas defender sus ideas y hacer política. No es nuestro caso. No hay derecho a que mis hijos tengan sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres, pero hay millares de niños en situaciones mucho más vulnerables. No va conmigo el victimismo», ha escrito el vicepresidente segundo. Desde Podemos se ha aprovechado la circunstancia para atacar a la «extrema derecha», a la que responsabilizan sin ninguna prueba del «acoso» sufrido por los dirigentes del partido.

«Su odio y sus amenazas no frenarán nuestro trabajo», avisa Iglesias, «el ejemplo de la gente corriente, honesta y valiente que no tiene miedo al fascismo, es para nosotros la mayor motivación para continuar».

Iglesias dedica la mayor parte de su mensaje a «dar las gracias a todas las personas» que, dice, les están apoyando. «Gracias a Enrique y a su familia por ser los mejores anfitriones», dice en alusión al líder del PCE, Enrique Santiago.

«Gracias a Ramón, minero jubilado y rojo que está orgulloso de que su hijo sirva en la Guardia Civil y que hizo que mis hijos vieran por primera vez gallinas, patos, ocas y caballos. Gracias a Casa María por traernos a casa la mejor fabada que hemos comido nunca. Gracias a la gente de Felgueres. Gracias a todos los compañeros y no compañeros que nos han escrito y se han solidarizado. Gracias a los policías que nos acompañan cumpliendo su labor con la mayor profesionalidad y el mejor trato humano. Gracias a toda la gente que nos ha ofrecido su casa. Gracias a todos los que no se dejan intimidar por la ultraderecha y sus medios», escribe el líder de Podemos.

El mensaje que atemorizó a la pareja y que utilizaron como justificación para abandonar su estancia en Asturias era una escueta frase dibujada sobre el asfalto de una pequeña vía que rezaba “Coletas rata”.

A raíz de esta pintada, los dirigentes de Podemos pusieron en marcha la maquinaria de la construcción de relatos para justificar los movimientos de su líder y su pareja, tratando de dotar de historia y contenido el final de su retiro veraniego. Pablo Echenique, por ejemplo, aseguró que “el acoso fascista tiene el mismo objetivo que los juicios fake, las cloacas y las tertulias difamatoria: agotarnos como humanos para destruir un proyecto. Y un aviso a navegantes para cualquiera que se atreva a pedir impuestos a los ricos o a tocar al Rey”.

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