Jorge Volpi: «El problema España-México es que, en vez de aliviar tensiones, se han provocado más»
Redescubrir a Jorge Volpi es un viaje a lo recóndito; una travesía hacia las profundidades donde convergen literatura, filosofía y ciencia -un trío que en sus manos deja de ser territorio académico para transformarse en un campo magnético de ideas-.
Él, novelista, ensayista y dramaturgo mexicano, se mueve entre los géneros con maestría. En su libro más reciente, La invención de todas las cosas, nos invita a preguntarnos qué es real y qué es ficción, y desde ese axioma teje un relato que conecta mitos clásicos, revoluciones ideológicas, avances científicos y las grandes narrativas que han modelado a la humanidad. Sólo le adelanto que se prepare para un viaje por la historia, por la cultura; para imaginar y pensar; para descubrir que incluso lo que vemos, oímos y recordamos -todo, absolutamente todo-, es ficción. Ahí está la clave.
Dice Volpi que la única manera de relacionarnos con la realidad es a través de las ficciones. Un aforismo que incomoda tanto como ilumina. Esa capacidad humana de construir relaciones, de crear sentido donde hay caos, es tanto una bendición como una condena. «Hay ficciones maravillosas que hemos sido capaces de crear, como la de la humanidad misma: la idea de que todos tenemos derechos y oportunidades de ser felices. Pero también hay ficciones que han servido para justificar las peores atrocidades, desde guerras hasta genocidios», reflexiona.
Aquí entra en escena el ejemplo más extremo: el nazismo. «Para justificar sus crímenes, los nazis necesitaban inventar un enemigo. Lo construyeron narrativamente como el judío, a partir de él, convencieron a millones con ficciones totalitarias y contagiosas de que ese enemigo debía ser eliminado. Ése es el poder terrible de algunas ficciones: su capacidad de moldear la realidad de una manera devastadora».
Y asegura que es el mismo componente que el de la religiones: hacer creer a todos, que eso que ellos cuentan es la verdad. La conclusión está clara: no hay ficción más peligrosa que aquella que se disfraza de verdad.
México y España: una tensión sin alivio
El escritor no evade los temas polémicos. Al hablar de las tensiones entre México y España, Volpi afirma: «El problema es que, en vez de aliviar tensiones, sólo se han provocado más. Mientras sigamos atrapados en narrativas de rencor o superioridad, será imposible construir una relación común que mire hacia el futuro».
Ojalá la dulce ficción de abandonar la narrativa del rencor y la distorsión, se convierta en realidad.
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