Interior impide las caceroladas frente al casoplón de Iglesias y ordena identificar a los vecinos que protestan
La Navata se ha convertido en un bunker. También acústico: desde este lunes, las caceroladas están prohibidas en las inmediaciones del chalet
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Prohibidas las cacerolas en las protestas ciudadanas frente a la casa del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y su pareja, la ministra de Igualdad, Irene Montero. El Ministerio del Interior ha dado orden a los agentes de la Guardia Civil que custodian el domicilio del líder de Podemos que eviten cualquier ruido en los alrededores de la vivienda que pueda molestar a la familia Iglesias-Montero. Además, los agentes han identificado a diferentes vecinos y a los redactores de OKDIARIO que se han desplazado hasta el lugar.
La Navata se ha convertido en un búnker. También acústico: desde este lunes, las caceroladas están prohibidas en las inmediaciones del chalet. Un nutrido grupo de agentes de la Guardia Civil protegían este martes los alrededores de la finca de 2.000 metros cuadrados en la que residen Iglesias y Montero, que en las últimas semanas se ha convertido en uno de los epicentros de las caceroladas populares en protesta por la gestión que ha realizado el Gobierno durante la crisis del coronavirus.
OKDIARIO ha acudido este martes a La Navata, al punto donde los agentes de la Guardia Civil cortan el tráfico de vehículos y personas. Y ha comprobado que, efectivamente, las nuevas órdenes que han recibido quienes protegen la vivienda del vicepresidente consiste en evitar las caceroladas en las inmediaciones.
Aún así, varios vecinos han decidido seguir recurriendo a las cacerolas como método para mostrar su hastío con la situación política y la gestión que se ha venido haciendo de la crisis del coronavirus desde el Gobierno de Pedro Sánchez. Sus protestas han durado poco: a Miguel, por ejemplo, un vecino de Galapagar que suele frecuentar estas protestas, los agentes de la Guardia Civil se le han echado encima en cuanto ha comenzado a darle a la pequeña cacerola que llevaba encima.
A quien no han podido silenciar es a la vecina que vive frente a Pablo Iglesias. Su cacerola se ha oído perfectamente a partir de las nueve de la noche. «Lo hace todos los días», dicen los vecinos. Como lo hace desde su vivienda, los agentes no pueden hacer nada. Pero las ordenes de Interior, según ha sabido OKDIARIO de fuentes de la Guardia Civil, son no permitir las caceroladas e identificar a aquellos sujetos que porten lemas o griten consignas.
La calle de Iglesias, cortada
Pablo Iglesias no sólo dispone de vigilancia permanente por parte de la Guardia Civil durante 24 horas al día en su casoplón de Galapagar. El vicepresidente social -que amenazó de forma velada con movilizar a sus votantes y simpatizantes para que realizasen escraches frente a las viviendas de Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal o Iván Espinosa de los Monteros– cuenta además con una protección especial frente a las protestas de vecinos contra la gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus. Su calle lleva cortada desde el 19 de mayo y varios agentes de la Benemérita impiden el acceso.
Sin embargo, los vecinos de Pablo Iglesias no se dan por vencidos. A pesar de que el líder de Podemos haya blindado su casoplón con un gran número de vehículos de la Guardia Civil, los españoles continúan cacerola en mano frente a su chalet donde reclaman «libertad» al vicepresidente del Gobierno socialcomunista.
Los manifestantes se han quejado en numerosas ocasiones de que el líder podemita utilice a la Benemérita como seguridad privada para cortar la calle e impedir que los ciudadanos puedan transitar por la misma. «¡180 euros nos costó a los vecinos cortar una calle para unas obras y éste la corta a su antojo y sin pagar!» exclamaba un vecino que se ha unido a la cacerolada.
Crece la criminalidad en Galapagar
El Ayuntamiento de Galapagar (Madrid), en manos del PSOE y Ciudadanos, pidió hace casi una semana a la Delegación del Gobierno de Madrid un aumento de agentes de la Guardia Civil para la localidad por el aumento de la criminalidad. Ascenso de la inseguridad que coincide con el incremento de la protección de la Benemérita en las cercanías del casoplón que tiene en la localidad Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, junto a Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja sentimental.
Así lo pidió a través de un escrito Mercedes Nuño (Cs), concejala de Seguridad Ciudadana, en el que pone de manifiesto la subida de delitos «coincidiendo con la adscripción de miembros de la Guardia Civil destinados en el puesto principal de Galapagar a la protección de la residencia del actual vicepresidente segundo del Gobierno de España».