Interior esconde en sus informes de inmigración ilegal a los 8.000 marroquíes que entraron en Ceuta
Según el Gobierno este año han llegado a la ciudad autónoma de Ceuta poco más de 1.000 inmigrantes ilegales por tierra y mar
En lo que va de año, según el informe quincenal sobre inmigración irregular, han llegado más de 18.400 personas de forma ilegal a España, un 54% más que en el mismo periodo de 2020. Sin embargo, en medio de la polémica por la devolución de menores no acompañados a Marruecos, el Ministerio del Interior no ha incluido en este balance a las 8.000 personas que de forma oficial sí se reconoció que habían saltado masivamente la valla fronteriza de Ceuta el pasado mes de mayo. Ni siquiera este maquillaje de los datos evita que el saldo de la inmigración ilegal con destino a España se haya disparado a cifras altísimas desde el comienzo de la pandemia.
Las cifras no son capaces de reflejar el drama humano que supone la inmigración ilegal en la que son ya decenas las personas que se han dejado la vida tratando de llegar a Europa a través de España de manera ilegal víctimas de las mafias que se dedican al tráfico de personas. Pero, aunque las cifras no sean útiles para todo, al menos deberían responder a la realidad y desde hace unos meses el Ministerio del Interior las retoca intencionadamente en lo que a flujos de inmigración ilegal se refiere.
En un presunto esfuerzo por la transparencia, la cartera de Fernando Grande-Marlaska elabora balances e informes durante todo el año que pueden ser consultados de forma periódica. Este año Interior ya ha publicado informes sobre los índices de criminalidad, personas desaparecidas o violencia sobre la mujer. Cada 15 días Interior actualiza un informe que elabora en el mes de enero y que actualiza a medida que va cambiando la situación. Se trata de los informes sobre inmigración irregular que aborda la llegada de personas a España de manera ilegal por tierra o mar. El informe desglosa las llegadas según se produzcan a la Península, a Baleares, Canarias o a Ceuta y Melilla.
18.443 ilegales desde enero
El último de estos informes, o, mejor dicho, la última actualización, es la que amplía los datos con las estadísticas obtenidas entre el 1 y el 15 de agosto, y como viene siendo habitual los datos no son buenos y la llegada de personas de manera ilegal a España sigue creciendo sin parar. Según este informe, durante 2021 han entrado en España 18.443 inmigrantes ilegales, 6.476 más que en el mismo periodo de 2020. El mismo informe asegura que la inmensa mayoría de estas llegadas se han producido por mar: 17.060 personas a bordo de embarcaciones ilegales. De todos los anteriores la mitad llegaron a la Península y Baleares y la otra mitad, 8.222, llegaron a Canarias. Y ojo con este dato, porque mientras para la Península y Baleares supuso un 16% más de personas que en 2020, en Canarias el porcentaje se dispara hasta el 144% de aumento.
Las cifras de Canarias son mayores cuantitativamente pero también cualitativamente ya que se trata del mismo volumen de inmigrantes en un territorio muchísimo más reducido, con menos recursos y sin capacidad de reparto inmediato del esfuerzo entre otras partes de su territorio. La ilustración de lo anterior fue la crisis migratoria cuya representación gráfica fue el hacinamiento de inmigrantes ilegales en el muelle de Arguineguín.
Sin embargo, pese a la gravedad de las citas del informe de Interior, éstas son mucho peores de lo que el balance oficial refleja ya que el ministerio ha decidido no incluir en las cifras que afectan a Ceuta las 8.000 personas que entraron en España. Ojo, y ese es el dato que reconoció de manera oficial el Gobierno, porque fuentes policiales insisten en que la brecha en la frontera permitió la entrada de 12.000 personas con picos de hasta 30 entradas ilegales por minuto.
Según los datos de Interior en 2021 han llegado a Ceuta 490 personas de manera ilegal por vía terrestre y 588 por vía marítima. Un total de 1.078 personas, por lo menos 10 veces menos de la cifra real si se tiene en cuenta el asalto masivo a la valla del pasado mes de mayo. En el citado informe Interior les coloca un asterisco a las cifras de Ceuta: “Los datos relativos a Ceuta no han podido ser actualizados ya que los mismos se encuentran bajo análisis y tratamiento”. Una explicación en apariencia muy razonable de no ser porque viene repitiéndose cada 15 días en cada balance como un mantra sin que se mueva un dígito de las cifras.
Esa revisión a la que alude el ministerio tampoco se compadece con las afirmaciones realizadas por el propio ministro del Interior. El mismo mes de mayo Marlaska negó la existencia de una crisis migratoria en Ceuta y lo calificó como “desencuentro con Marruecos”. Si esto es así no se entiende qué cifras hay que revisar. Si esos datos entraran en la estadística oficial en España habían entrado de manera ilegal más de 26.500 personas en apenas 8 meses, demasiado cerca de las 40.000 que entraron en 2020 en todo el año.