Inmigración ilegal

Los inmigrantes ilegales expulsados de los centros de acogida, nueva preocupación policial en Canarias

La policía ha intervenido en un asentamiento de 100 personas después de que amenazaran a una mujer con una catana y agredieran a los vecinos que los increpaba con piedras.

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Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Mientras las embarcaciones ilegales con seres humanos siguen llegando hasta las costas de Canarias, 4.000 personas más en lo que va de año, en tierra firme la Policía pelea con un nuevo problema: los inmigrantes ilegales expulsados de los centros de internamiento por mal comportamiento, y sin recursos para salir de las Islas, protagonizan hechos violentos contra otros inmigrantes o contra los propios vecinos que los denuncian.

El último mes han llegado 1.400 inmigrantes ilegales más a Canarias por vía marítima, lo que supone más de una tercera parte de la inmigración ilegal registrada en lo que va de 2021 en el archipiélago, un total de 3.980 personas hasta el pasado 15 de abril según datos del Ministerio del Interior. De estos un pequeño porcentaje es violento y se encuentra en una situación de atasco burocrático que los confina de facto en las Islas, lo que los ha convertido en nuevo frente de acción diaria de los cuerpos policiales.

En enero de este año OKDIARIO revelaba el vídeo grabado por una vecina de Maspalomas, en Gran Canaria. En las imágenes la mujer realizaba un recorrido subjetivo a través de una zona repleta de pequeñas estructuras arquitectónicas a medio derruir, casetas, pozos y otros lugares visiblemente abandonados.

Lo que esa vecina quería mostrar era la situación de abandono en la que estaban viviendo varios inmigrantes ilegales sin recursos que estaban formando lo que parecía sin lugar a dudas un gueto.

Pues los meses han ido pasando y como ninguna administración ha intervenido la simiente del asentamiento marginal ha germinado y se ha convertido en un poblado habitado por inmigrantes ilegales que sin tener ningún lugar dónde ir han acabado allí. ¿Qué sucede con los recursos por valor de cientos de millones de euros que se aprobaron de manera urgente y que gestiona el Ministerio de Migraciones?, ¿por qué no se les acoge allí? Ese problema es lo que ahora lleva de cabeza a los cuerpos policiales de Canarias y especialmente a los de Gran Canaria.

Un 124% más de inmigración ilegal 

Los recursos de Migraciones habían conseguido absorber a la enorme masa poblacional generada en esta ola migratoria. Una ola vigente porque los datos actuales de inmigración ilegal siguen siendo un 124% mayores a los del año pasado. Desde enero a abril de 2021 han llegado 2.221 inmigrantes ilegales más que en el mismo periodo de 2020. Pero la millonaria inversión estatal había logrado acogerlos en centros, campamentos, hoteles y otras instalaciones.

Sin embargo, pasadas las primeras 72 horas bajo la custodia policial, los inmigrantes ilegales son personas libres así que su estancia en los citados centros sólo puede ser voluntaria, eso sí, bajo el cumplimiento de determinadas reglas de convivencia. Y el problema llega cuando esas reglas se quebrantan.

En los últimos meses varios centros se han visto desbordados por acciones violentas de sus internos que han acabado en la expulsión de estos fuera de sus instalaciones. Pero ¿expulsión a dónde? Algunos logran recursos para abandonar las Islas, y más después de la sentencia judicial revelada por este periódico y que prohíbe al Ministerio del Interior que les impida volar a la Península.

Otros, los menos, acaban sometiéndose voluntariamente a procesos de devolución a sus países de origen cuando descubren el panorama que les espera en España. Algunos otros se reinsertan en el sistema de acogida cambiando su comportamiento y hasta que vuelvan a protagonizar algún otro altercado.

Pero hay un porcentaje que preocupa a la Policía y que no encaja en ninguna de las anteriores categorías: los inmigrantes ilegales violentos que deciden buscarse la vida por su cuenta y acaban malviviendo en un gueto callejero como el grabado por la vecina de Maspalomas.

Precisamente allí hace unas horas la Policía detuvo a cuatro inmigrantes ilegales. Los agentes llegaron hasta allí por la llamada de unos vecinos de la zona, quién sabe si de la propia vecina que grabó el vídeo en su día. Los denunciantes habían visto a un hombre amenazar a una mujer con una catana y cuando los propios vecinos se encararon con él para que depusiera su actitud otros inmigrantes ilegales se liaron a pedradas con ellos llegando a golpear los coches de algunos vecinos.

Los agentes detuvieron a cuatro personas y se confirmó lo que se temían. Todos ellos eran inmigrantes ilegales que habían sido expulsados de algunos hoteles habilitados por el Ministerio de Migraciones por mal comportamiento. Además, ya tenían reseñas policiales desde que llegaron a las islas: habían cometido hurtos y robos con violencia en los últimos meses en Gran Canaria.

Las policías canarias saben que mientras el flujo migratorio no desacelere y parte de esas personas se queden atascados en las islas, cada vez va a ser más habitual que convivan en poblados de infraviviendas donde la manifestación de la violencia es sólo cuestión de tiempo y roces.

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