Guerra en Podemos: Belarra fulminó a Santiago sin hablar con Yolanda Díaz y aprovechando su viaje a EEUU
Santiago es una de las personas de la máxima confianza de Díaz y está llamado a ser una pieza clave en Sumar
Podemos enchufa a Lilith Verstrynge como secretaria de Estado de Agenda 2030 con un sueldo de 123.772 €
Aprovechando la ausencia de Yolanda Díaz -que se encuentra de viaje oficial en EEUU- Podemos ha asestado un golpe importante a la impulsora de Sumar. Una puñalada que ahonda aún más en la división existente en el espacio de Unidas Podemos. «Están empezando una guerra», aseguran desde el entorno de Díaz, desde el otro lado del Atlántico. La ministra de Derechos Sociales, y líder de la formación morada, Ione Belarra, ha decidido destituir al secretario de Estado de la Agenda 2030 y secretario general del PCE, Enrique Santiago, para poner en su lugar a la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge. Un movimiento que busca reforzar al partido en el seno del Ejecutivo y, sobre todo, debilitar a Díaz. Se hará efectivo en el Consejo de Ministros del próximo martes, el penúltimo antes de las vacaciones.
El modus operandi, según fuentes conocedoras de cómo se ha desarrollado la operación, es muy similar al que utilizó Pablo Iglesias cuando dimitió como vicepresidente para ser candidato a la Comunidad de Madrid. Entonces, Pedro Sánchez también estaba fuera de España. Belarra, según las mismas fuentes, sólo le habría mandado un mensaje a Díaz para comunicarle la decisión de destituir a Santiago. Posteriormente se lo ha comunicado a él. La operación «no ha sentado nada bien» en el entorno de la vicepresidenta. Cabe recordar que el único carné político que tiene la gallega es el del PCE, partido que se queda así prácticamente sin representación en el Gobierno. Todos dan por descontado, y ahí radicaría la decisión de Belarra, que Santiago será una pieza clave en Sumar. Un proyecto en el que Podemos como partido no jugará ningún papel y en el que sus principales dirigentes tampoco parecen tener cabida.
Santiago, que asumió el cargo de secretario de Estado tras el nombramiento de Belarra como ministra se quedará ahora como diputado raso en el grupo parlamentario.
Tras su marcha al Gobierno, el líder comunista ya perdió todos los galones en el Congreso. Y no los recuperará. Y es que el grupo confederal ya no está tan unido. Al igual que ocurre en el Gobierno, los diputados están cada vez más divididos. Alrededor de un 60% se agrupa alrededor de Díaz y el 40% restante apoya a Belarra. La defenestración de Santiago, que gozaba de un cierto respeto entre los diputados podemitas -al ser también uno de los más veteranos- puede provocar más deserciones. «Podemos funciona como una autocracia, sólo sobrevives si le das la razón siempre a la cúpula. Si no, te matan políticamente», señala a OKDIARIO un diputado aún en la órbita podemita.
Formas
Aunque el movimiento en sí puede parecer menor, ni la destitución ni el nombramiento ni las formas lo son. Y es que, pese a que los ministros tienen autonomía para destituir y nombrar a los altos cargos de su departamento, en el caso de la coalición progresista, los nombres son pactados primero dentro de Unidas Podemos.
Por eso, prescindir de forma unilateral de Santiago es visto en el entorno de Díaz y el PCE como toda una declaración de intenciones de los morados. Más aún ante la inminente crisis de Gobierno que prepara Pedro Sánchez. La líder de facto de Unidas Podemos, la que mantiene contacto directo con el presidente -aunque hace bastante que no hablan- es Yolanda Díaz. Y este tipo de decisiones deberían pasar por ella. También los previsibles cambios que afectarán a los cinco ministros podemitas. No parece que vaya a ser así.