El gesto de Felipe VI: apartó el paraguas que pretendía protegerle de las bolas de barro
El Rey desoye a su seguridad y se desprotege del paraguas que le cubría para poder hablar con los vecinos
DANA en Valencia, visita de los Reyes y Pedro Sánchez en directo hoy: cifra de muertos y desaparecidos
Ni el barro ni las piedras han disuadido al Rey Felipe VI en su objetivo de acercarse a los vecinos de Paiporta. El monarca, desoyendo a su seguridad, ha retirado el paraguas que los escoltas han abierto para protegerle de los objetos que estaban siendo lanzados por los vecinos. A diferencia de Pedro Sánchez, que ha sido evacuado y ha abandonado la localidad valenciana, Felipe VI ha pasado casi una hora hablando y tranquilizando a los vecinos, queriendo conocer de primera mano la situación. «He venido para saber de primera mano por qué no tenéis más ayuda», ha expuesto el jefe del Estado.
El Rey ha soportado una lluvia de barro, de madera y cubos, pero no se ha retirado y ha exhortado a que bajara a conversar a un joven que le increpaba desde el balcón de un segundo piso. En medio de la lluvia de insultos y objetos a los políticos y a los Reyes, Felipe VI ha pedido a sus escoltas que le retiraran los paraguas que le protegían, para contactar de forma directa con los indignados que le exigían que cogiera una pala y se pusiera a limpiar.
También la Reina Letizia se ha acercado a los vecinos desconsolados de Paiporta para mostrar su apoyo y acompañarles en esta tragedia. «Lo siento, lo siento mucho», ha esbozado la monarca visiblemente afectada. Entre lágrimas, la Reina se ha acercado a varios vecinos de la localidad para pedir perdón y para mostrarles su cercanía y apoyo. Visiblemente afectada y manchada de barro, Letizia no ha querido cesar en su visita a la ciudad, a pesar de que en un primer momento fue evacuada por los disturbios que se generaron al inicio de la visita.
La visita del Rey, Sánchez y Mazón a una de las zonas cero de la tragedia en Valencia ha terminado de manera abrupta. Se ha cancelado después de que la comitiva llegase a una zona en la que esperaban cientos de vecinos, que han mostrado su indignación y han comenzado a lanzar barro. Una avalancha ha pedido a gritos la dimisión de Sánchez y Mazón, mientras la policía a caballo ha cargado para crear un cordón de seguridad entre las autoridades y la masa de vecinos. El propio Rey se ha acercado a quienes protestaban para intentar calmar los ánimos, algo que ha hecho también la Reina Letizia.
«Ellos no son culpables de lo que nos ha pasado. La culpa es de Pedro Sánchez», ha espetado un vecino. Don Felipe y Doña Letizia se han parado a hablar con las personas que reclamaban la llegada de maquinaria a Paiporta. Doña Letizia ha tratado de calmar a vecinos que gritaban «que se metan dentro de Paiporta, dentro de Paiporta hay muertos», explicándole el operativo que se está llevando a cabo. Tras lo ocurrido y la suspensión de la visita en Paiporta, está previsto que los Reyes visiten Chiva.
Sánchez desaparece
Una avalancha se ha lanzado a la calle para pedir la dimisión de Sánchez y Mazón. A pesar de que los monarcas han estado protegidos en todo momento por su dispositivo de seguridad, ellos han insistido en permanecer en la zona para escuchar lo que la calle gritaba. También ha sido protegido Sánchez, que no ha intentado mediar en ningún momento. De repente, ni siquiera los reporteros lograban localizar al presidente del Gobierno: ya se había marchado. De hecho, en un primer momento, la seguridad ha llevado a Felipe VI hasta el coche, pero él ha vuelto a bajar del vehículo para no abandonar el lugar.
La visita de los Reyes Don Felipe VI y Doña Letizia junto a Pedro Sánchez y Carlos Mazón estaba programada para primera hora del domingo. Nadie confirmó la hora y el lugar exacto en el día previo para evitar un escarnio contra el presidente del Gobierno hasta que la comitiva ya estaba en pleno vuelo a Valencia. Finalmente, la comitiva no pudo evitar la bronca de los vecinos más afectados por la peor riada de la historia le hicieron saber su descontento a Sánchez, que fue el centro de la ira de cientos de ciudadanos.