«Fíjense la Policía que hay y no somos ni Otegi ni la CUP, somos gente normal»
«No somos la CUP, ni ETA ni Otegi, somos ciudadanos normales y corrientes», explica un vecino de la calle Núñez de Balboa de Madrid, que esta jueves de nuevo se ha llenado de banderas de España para exigir la dimisión del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Siguiendo instrucciones del ministro Fernando Grande-Marlaska, la Delegación del Gobierno en Madrid ha desarrollado un fuerte despliegue para intimidar a los manifestantes y silenciar su protesta. Los agentes han pedido la identificación a numerosos viandantes para multarles, mientras los manifestantes proferían vivas al Rey y al Ejército.
«Esta es la que se ha liado por defender a España», añade uno de los vecinos que se han echado a la calle, «fíjese cuanta Policía, hay más Policía que si estuviera aquí Otegi». Mientras pronuncia estas palabras, un helicóptero del Ministerio de Interior sobrevuela el barrio de Salamanca.
Este jueves, había casi más periodistas que manifestantes, que han coreado gritos de «¡Libertad!» y «¡Gobierno dimisión!». Algunos también se han dirigido a los agentes para pedirles que no acaten órdenes ilegales del Gobierno, al grito de «¡Sois funcionarios, no sois sicarios!».
El PSOE y Podemos han despreciado las protestas espontáneas de la calle Núñez de Balboa, atribuyéndolas a «pijos» o «Cayetanos». Pero lo cierto es que esta semana el movimiento de protesta contra el Gobierno ha comenzado a extenderse a otras poblaciones de la Comunidad de Madrid, como Aravaca, y otras ciudades como Oviedo.