Diputados del PSOE lamentan el «triunfalismo» de Sánchez, que les pide «no caer en el desánimo»
Las críticas aumentan, día tras día, desde su propia organización
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La sensación en el Partido Socialista es de «desánimo». Cada día que avanza es más pesado para el Gobierno de Pedro Sánchez. Su partido, aseguran, no es capaz «de rentabilizar La Moncloa» y el presidente quiere revertir esta situación «cuánto antes» mientras las críticas aumentan, día tras día, desde su propia organización. Este miércoles una vez finalizada su intervención pública ante los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado, varios representantes lamentaron el «discurso triunfalista» del presidente y le reclamaron «tocar con los pies en el suelo». El jefe del Gobierno «no hizo ninguna autocrítica».
«Seguimos viviendo de la moción de censura, del miedo a Vox y ahora de los logros económicos, mientras el PP se ha renovado y fortalecido, la ultraderecha ha crecido más que nunca tras cuatro años de gobierno progresista y los precios están más altos que nunca» aseguraba un diputado socialista. «Moncloa sigue instalada en la política del marketing y el eslogan sin pisar la calle y conocer una realidad que nos está arrollando» lamentaba este parlamentario. Sánchez les exigió a los suyos «no entrar en el juego de la provocación de la derecha y la ultraderecha» aunque «es él quién lo aviva a diario», argumentan.
El secretario general del PSOE también reclamó a sus representantes en las Cortes «activarse» y «marcar perfil propio» frente a Podemos desde la acción legislativa. «Que se note que trabajan» exclamaba un colaborador del presidente. El objetivo principal es que la ciudadanía tenga la percepción de que son los socialistas y no sus socios los que marcan la agenda. Aunque eso, precisamente, es lo que reprochan algunos pesos pesados de la formación, como la ex vicepresidenta Carmen Calvo, recordando «las cesiones continuas» en cuestiones tan importantes para el ADN socialista como las de Igualdad.
Calvo, junto a Jose Luis Ábalos, Magdalena Valerio o Maria Luisa Carcedo, forma parte de los cadáveres políticos que el líder del PSOE lleva a sus espaldas y que hacen que las sonrisas de hace cuatro años en el grupo parlamentario socialista sean ahora reproches y caras largas. El presidente -del que todos coinciden en qué «ha envejecido mucho en estos cuatro años»- «está cada vez más solo» y algunos, apuntan en su entorno, «empiezan a estar más preocupados de relevarlo que de ayudarle a no perder el Gobierno».
Agotamiento
Al desánimo que reconocen en Ferraz se le añade una sensación de «agotamiento» que acucia tanto a los grupos parlamentarios como al Gobierno. En Moncloa cada vez son menos optimistas con la posibilidad de mantenerse en el poder. Y eso, a nivel del Congreso y Senado, «genera estrés» entre los representantes de la ciudadanía ya que querrá decir que muchos se quedan sin sillón. «Resistir hasta al final» es la frase que más repiten, a modo de ánimo, los principales dirigentes del partido. Aunque el nuevo eslogan oficial es «gobernar es transformar».
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