Crisis del coronavirus

Descontrol en las fronteras: a Marlaska se le cuelan turistas extranjeros con PCR falsas

La ineficiencia del protocolo aprobado para el tránsito internacional que ha disparado las falsificaciones.

OKDIARIO publica una de las PCR falsificadas interceptadas recientemente por agentes de policía en la frontera

fronteras PCR
La Policía francesa avisó a España del tránsito de personas con PCR falsos en la Jonquera.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Un folio impreso en color, doblado en la cartera, con los datos el viajero, el nombre de un laboratorio u hospital, un sello y una firma. Si pone resultado PCR  ‘NEGATIVO’, la orden del agente encargado de revisar las fronteras no puede ser otra que «adelante».

Si el papel en cuestión es falso o no, tendrá que ser una unidad especializada la que lo averigüe, pero si la copia tiene la calidad del documento que OKDIARIO reproduce en este artículo, el viajero pasa o sale de nuestro país sí o sí.

Se ha dicho hasta la saciedad que el protocolo de entrada de personas a España desde el extranjero es fiable por la exigencia de una prueba PCR. Sin embargo, en los días previos s la Semana Santa se ha detectado un alto número de documentos falsificados que hacen pensar en el coladero en el que se han convertido algunos pasos fronterizos.

Tanto Policía como Guardia Civil ya detectaron mese atrás la venta de certificados falsificados a través de Internet. El documento, cualquier persona que se ha hecho alguna prueba lo habrá visto, no es más que un papel con una serie de datos. No existen marcas específicas que delaten que se trata de una falsificación.

De hecho, uno de los mayores retos a los que se enfrentan los agentes de puestos fronterizos como los aeropuertos es que no tienen las herramientas para ejecutar la misión que les exige Interior.

«Si un ciudadano francés llega con un documento con el nombre real de un laboratorio, la firma de un doctor real, un sello que existe, ¿cómo comprobamos que es falso?», explica un agente de vigilancia aeroportuaria.

Y es que ese es el truco: usar documentos reales que a veces son ofrecidos a cambio de dinero para dejar todos los datos generales tal y como están para sólo cambiar el documento de identidad y los datos personales del viajero.

De hecho, los que realmente pueden luchar contra este tipo de fraudes son los policías que están trabajando, revisando los requisitos de viaje en origen. Pero ni siquiera ellos pueden averiguar de un vistazo la autenticidad de una prueba de Covid.

Así que mientras las críticas se vuelcan en responsabilizar del repunte de casos de Covid en las administraciones locales, los controles de frontera de los aeropuertos y los pasos terrestres están indefensos ante el aumento de falsificaciones de este tipo de documentos.

Aeropuertos y La Junquera

Uno de los últimos ejemplos se ha producido en el paso fronterizo de La Junquera entre España y Francia. Allí la Policía Nacional ha detenido a 31 personas por tratar de entrar a Francia con decenas de pruebas PCR falsificadas.

Para entender la complejidad de la detección de este tipo de documentos, se trata de una operación que se activó hace cosa de un mes al recibir las agentes informaciones de la proliferación de este tipo de documentos falsos.

De hecho, ha sido la Policía francesa la que activó un aviso internacional a los países de la Unión Europea al haber detectado ellos una gran cantidad de personas que querían entrar a su territorio con este tipo de documentación falsificada.

Gracias a la información aportada con Francia, la UCRIF, unidad policial especializada en tráfico de personas y falsificación de documentos, detectaron un autobús en el que al menos 31 personas portaban documentos de pruebas falsificadas.

El proceder para confirmarlo fue contactar con los laboratorios que aparecían en los documentos y cotejar los códigos de validación de cada uno de ellos.

El laboratorio en cuestión confirmó a los agentes que o los códigos eran falsos o que estaban asignados a personas distintas a quienes portaban los documentos.

El detalle de esta operación hace comprensible lo inútil del sistema de detección de la falsificación de las pruebas exigidas por el Gobierno para la entrada de extranjeros. En la operación policial detallada en este artículo aparecen dos unidades de élite de dos países distintos y la comprobación con el laboratorio.

Es obvio que en un control de pasaportes de un aeropuerto internacional como Barajas o el Prat esa operativa no es posible por lo que los agentes tienen claro que llevar un PCR con resultado negativo no es lo mismo que serlo, pero no pueden comprobarlo.

A finales de 2020 la Policía detuvo en España a una mujer que se lucraba con este método cobrando 40 euros cada certificado que falsificaba. Las fuentes consultadas por este diario auguran que esta práctica se ha disparado de manera internacional y que estos días muchos de los turistas que llegan a nuestro país lo están usando de manera difícil de detectar.

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