Crisis migratoria en Canarias

Cierran un módulo de mujeres en una prisión de Tenerife para alojar inmigrantes ilegales: «Es una mafia»

El centro de inmigrantes ilegales se ubica en el barrio de Los Gladiolos

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La avalancha migratoria que está sufriendo el archipiélago canario ha obligado al Gobierno regional a acondicionar, en Santa Cruz de Tenerife, un nuevo espacio para convertirlo en un centro de acogida. OKDIARIO se ha trasladado hasta allí para comprobar no sólo el estado de los recién llegados a España, sino también el de los vecinos que tienen que convivir con un macrocampamento de ilegales a pocos metros de sus casas. Ahora bien, el lugar donde se encuentra el centro no es uno cualquiera. Se trata de una antigua cárcel de mujeres convertida ahora en zona de internamiento para todo tipo de personas procedentes de Senegal, Marruecos, Mali, Mauritania y Gambia. La situación es tan caótica que el módulo en el que se encuentran los inmigrantes colinda con el de los hombres, los cuales viven en celdas más pequeñas que los ilegales, que disponen de grandes habitaciones con cocina.

Tenerife 1, así se llama la prisión, se sitúa en el céntrico barrio de Los Gladiolos y alberga a cientos de inmigrantes que campan a sus anchas por el centro de la ciudad. «Está fastidiando a la vecindad. En el mismo centro de la ciudad no tiene por qué estar esto. Hay institutos cerca y son molestos cuando hacen ruido y nosotros no podemos hacer nada, porque los que mandan son los políticos de la Península. Estamos hasta las narices», ha afirmado un vecino de Santa Cruz de Tenerife.

Este medio ha sido testigo de que esta situación tan extrema que viven los tinerfeños les obliga a resignarse ante una circunstancia que se les escapa. «Sé que todo es una mafia, sé que todo está orquestado, pero es lo que hay. No podemos hacer nada si todo viene de arriba. El que no vea que es un negocio es que es tonto o no lo quiere ver», ha asegurado un vecino.

Cabe decir que en Tenerife conviven dos realidades completamente opuestas. La de los canarios que enfrentan un choque cultural y un aumento de la delincuencia provocado por la instalación de centros de ilegales y la de los inmigrantes que llegan a Europa con hambre de sobrevivir. Los roces continuos entre estas dos dimensiones antagónicas reflejan la crisis migratoria que atraviesa España. «Aquí es muy difícil trabajar», afirma un inmigrante de Senegal sentado al lado de otro hombre al que le falta una pierna. «En España me la tuvieron que amputar porque tuve un cáncer en Senegal», explica.

Ahora bien, los vecinos del centro de Santa Cruz de Tenerife no son los únicos que tienen que soportar esta invasión migratoria. En el municipio de La Laguna, los lugareños también están viviendo un auténtico infierno, debido a que tienen que convivir con un centro de ilegales abarrotado llamado Las Raíces.

Este campamento acoge a miles de inmigrantes que andan con libertad por las inmediaciones, provocando el miedo de los residentes con insultos, intentos de robo y palizas a jóvenes españoles. OKDIARIO ha recogido varios testimonios de personas que se han visto amenazadas por una problemática que el Gobierno de Pedro Sánchez se niega a solucionar. «Esto es un sinvivir. No puedes sacar la basura tranquilo, no puedes pasear con el niño, no puedes hacer absolutamente nada», confiesa un vecino que se muestra preocupado por el aumento de la delincuencia en la zona.

El mismo hombre afirma que han intentado acceder a su vivienda saltando la valla para robar fruta e incluso para intentar asaltar a su mujer. «A nosotros nos han saltado mil veces la valla para intentar robarnos fruta. Una vez mi mujer estaba tendiendo y un hombre la empezó a chistar e intentó saltar también la valla», explica.

Según los vecinos de La Laguna, los ilegales, muchos de los cuales proceden de Marruecos, Mauritania y Senegal, también se muestran muy violentos, llegando a repartir palizas a los jóvenes de la zona. «Una noche tuve que salir a la calle porque estaban robando a un chico y le metieron una paliza increíble», dice un lugareño.

Otros centros de inmigrantes

La situación en torno al centro de inmigrantes de Canarias no es la única insostenible que vive una comunidad española. El barrio de Carabanchel Alto, en Madrid, acoge desde hace unos meses a más de 1.200 inmigrantes ilegales que se encuentran acampados en el extremo noreste del Cuartel General Arteaga. Se alojan en una amplia sección de la base militar, fuertemente custodiada por un gran portón de metal y varias cámaras de vigilancia que apuntan a la calle Duquesa de Tamames.

La seguridad que ha implementado el Ministerio de Migraciones es tal que incluso se ha instalado una garita de seguridad dentro del recinto para visualizar quién entra y quién sale. El pasado mes de enero, OKDIARIO fue testigo de la libertad de la que disfrutan estos ilegales que se pasean a placer por las calles de Madrid. «¡Viva Pedro Sánchez!», gritaban varios inmigrantes en agradecimiento al presidente del Gobierno por haberles alojado en España.

El barrio de Carabanchel, al sur de Madrid, ya era el más marcado por la presencia de inmigrantes antes de la decisión de Sánchez de llevar allí el nuevo macrocampamento. Actualmente, un 23% de su población es inmigrante, la zona con mayor ratio de toda la capital. Unas 50.000 personas.

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