Ministra de Igualdad

La ‘cayetana’ Irene Montero presume de haber sido «una chavala súper estudiosa y súper empollona»

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Irene Montero, titular de Igualdad, ha presumido ante Juan Carlos Monedero de haber sido «una chavala súper estudiosa y súper empollona». En una conferencia titulada Conferencia desde la primera línea, la número dos de Podemos ha defendido el lenguaje inclusivo con la terminación en «-e».

«Ya no es una cuestión de analizar el lenguaje. Yo he sido una chavala súper estudiosa y súper empollona que me preocupaba por conocer todas las reglas de nuestro lenguaje. Pero es una cuestión de reconocer cuál es la realidad de muchas personas que existen en nuestro país y en el mundo que no se sienten reconocidas en un género o en el otro. Exigen ser nombradas y con razón», apunta la ministra.

Ha admitido que no usa siempre la terminación «-e» aunque lo siente «una obligación». Reconoce que cuando lo usa se «ridiculiza» esta causa. Estas afirmaciones se han lanzado en una conferencia del Instituto 25M, la fundación ligada a Podemos, donde ejerce de presentador Juan Carlos Monedero, fundador del partido y presidente de esta entidad.

Irene Montero afea las críticas que recibe cuando usa este tipo de lenguaje. «Me implica un debate completamente distorsionado y que se utiliza desde la ridiculización, desde el  cuestionamiento… Nunca desde la pregunta honesta, desde el interés por saber… Pero creo que es una obligación mientras se es ministra de Igualdad», afirma la número dos de Podemos.

«Una forma de ridiculizar»

«Para mí es una obligación que sepan que yo sé que existen y que entre mis obligaciones está también garantizar sus derechos. Por eso, trato de utilizarlo. Seguramente no lo hago todo lo que debería. Precisamente porque no quiero que eso se convierta en una forma de ridiculizar una experiencia de vida que para ellos, además, suele estar llena de incomprensión, de violencia, de ridiculización…», añade la ministra.

La psicóloga de profesión con pasado como cajera de tienda de informática también señala en el citado foro que «busca un equilibrio [en usar la -e] para que no se convierta en eso [en ridiculización], pero creo que en nuestra sociedad, en América Latina y en otros sitios cada vez está más extendido. Ya no es ser sociedades tolerantes, es ser respetuosos con el otro, es ser capaz de entender que aunque a ti te incomode más o menos esa forma de nombrar, hay algunas personas que necesitan ser nombradas así».

Para la ministra «como representante pública» es «una obligación hacerles saber que sé que existen». «Creo que tienen que tener todos sus derechos reconocidos y que sé que entre mis obligaciones está garantizar esos derechos», insiste a modo de conclusión la alto cargo de Podemos.

Monedero

Por su lado, Monedero le reconoce que «cuando de repente tú nombras las cosas de manera diferente a como estamos acostumbrados lo puedes vivir como una agresión».

El profesor universitario apunta que le cuesta cambiar el chip y usar el «todos, todas y todes». «Se puede entender que gente más mayor pues tengamos más dificultades para utilizar este lenguaje. Debiéramos lograr que la gente entienda que el lenguaje castellano es muy machista. Las cosas buenas son ‘cojonudas’, las malas son ‘un coñazo’, un hombre listo es ‘un zorro’ y una mujer es ‘una zorra’. Un hombre público es ‘un hombre de Estado’, una mujer pública es ‘una mujer de la calle’… Todo el lenguaje acompaña esta mirada y opera en los ámbitos de educación y de los medios de comunicación. Es una pelea casi imposible», esgrime Monedero.

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