Catalá denuncia «la voluntad de imposición» de la petición de diálogo de Puigdemont
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha denunciado hoy que la petición de diálogo del presidente catalán, Carles Puigdemont, para acordar un referéndum sobre la independencia de Cataluña esconde una «voluntad de imposición» y una «falta de democracia», cuando advierte de que la votación se hará «sí o sí».
En declaraciones a los periodistas en Barcelona, Catalá ha insistido en que en la Constitución «no cabe» un referéndum sobre la independencia «de una parte de España respecto del resto de la Nación», por lo que el Gobierno de Mariano Rajoy no va a poder negociar «en ningún momento la celebración de un referéndum que no tenga soporte constitucional».
El ministro ha recriminado a Puigdemont que pida y ofrezca diálogo para acordar el referéndum independentista y que luego matice que «en todo caso» la votación se hará «sí o sí», ya que lo interpreta como «un ejercicio de imposición» y una «falta de democracia» que pone de manifiesto que esa voluntad de negociación por parte del presidente de la Generalitat «no es cierta».
«Los que piden diálogo luego se manifiestan frente al diálogo diciendo: ‘vamos a dialogar, pero que sepas que sí o sí se va a hacer lo que yo diga’. Me parece que no es la mejor manera de generar una actitud proactiva y un entorno de confianza entre los interlocutores», ha sostenido el ministro.
Catalá ha insistido en que el referéndum sobre la independencia de una parte de España no cabe en la Constitución y ha subrayado que, de la misma forma que los gobernantes catalanes cumplen y hacen cumplir las leyes emanadas por el Parlament, el Gobierno tiene que cumplir y hacer cumplir la Constitución.
«No es posible negociar lo que no está disponible (legalmente) para Rajoy y para el Gobierno. No se puede negociar lo que está al margen de la Constitución», ha remarcado el ministro, que ha indicado que si alguien pide negociar «lo que no esta dentro de sus capacidades» le está pidiendo «un imposible» a su interlocutor.
El ministro ha insistido en que todos los ciudadanos y gobernantes están obligados a respetar las normas, como la Constitución, que son el «marco de convivencia».
«Quien quiera cambiar la Constitución en los términos que considere legítimamente y democráticamente oportunos lo tiene que plantear. Mientras esto no suceda, cualquier gobierno defenderá la aplicación de las leyes. No vamos a poder en ningún momento negociar la celebración de un referéndum que no tenga soporte constitucional», ha agregado