Elecciones 12-J

Batacazo de Pablo Iglesias: pierde los 14 escaños en Galicia y se desploma en el País Vasco

Podemos se desintegra y pierde voto masivamente en favor de nacionalistas y separatistas como BNG y Bildu

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Segundo Sanz

Podemos y sus confluencias han experimentado en las elecciones vascas y gallegas del 12-J un gran batacazo, que refleja el nivel de desintegración que la formación de Pablo Iglesias está registrando en el mapa territorial, perdiendo voto masivamente en favor de las fuerzas nacionalistas y separatistas, principalmente BNG y los proetarras de Bildu. Además, el partido morado ha pagado las guerras internas en las mareas y su concurrencia dentro de sopas de siglas. Además, también ha fracasado a la hora de hacer valer en Galicia y País Vasco su presencia en el Gobierno de España.

Las urnas han pasado factura en sendas comunidades al partido de Pablo Iglesias, que empezó la noche con 25 diputados y la terminó con sólo 6 actas. Un descalabro de 19 parlamentarios y más de 300.000 votos. Y ello, con el líder podemita centrando los focos en los últimos días de la campaña por la investigación judicial de la tarjeta de móvil que retuvo a su ex asesora Dina Bousselham y por llamar a «naturalizar» el «insulto» a los profesionales de la prensa.

La candidatura Galicia en Común-Anova Mareas, la coalición de Podemos, Esquerda Unida, Anova, Marea Atlántica y Compostela Aberta, ha sufrido el mayor de los varapalos al no lograr siquiera representación. De igual modo, la plancha de Elkarrekin Podemos-IU ha quedado muy lejos de los números obtenidos en los comicios de hace cuatro años, al caer de 11 a 6 diputados. El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 se desplazó tanto a Galicia como País Vasco para apoyar sobre el terreno a sus candidatos a la Xunta y la Lehendakaritza, Antón Gómez-Reino y Miren Gorrotxategi, respectivamente.

En Galicia, donde la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también se implicó en la campaña, Podemos y sus confluencias apenas han superado los 50.ooo votos, pasando así de segunda a cuarta fuerza por detrás del BNG, la gran sorpresa de la noche con 19 diputados (13 más que en 2016), y el PSOE, que únicamente ha ganado un escaño, pasando de 14 a 15 actas. Los socialistas de Pedro Sánchez, al igual que en el País Vasco, tampoco han capitalizado aquí el voto descontento con el partido de Iglesias y sus alianzas gallegas, que ha emigrado fundamentalmente al BNG.

Hace cuatro años, la candidatura de En Marea liderada por Luís Villares relegó a los socialistas a la tercera. Entonces, la plancha de los morados obtuvo 19,06% de los votos y 14 escaños, sumando más de 270.000 papeletas. Sin embargo, para esta cita no hubo reedición de la coalición de En Marea y el grueso de la misma concurrió dentro de la coalición ‘Marea Galeguista’, junto a Compromiso por Galicia y el Partigo Galeguista, con el propósito de disputar el voto nacionalista al BNG y a la propia Galicia en Comú-Anova Mareas.

El BNG se rehace

Ahora, el BNG de Ana Pontón ha sabido rehacerse hasta el punto de convertirse en segunda fuerza, con un 23% de los votos. Y ello, adoptando un discurso no tan centrado en cuestiones identitarias, sino en políticas sociales, lo que le ha permitido no sólo arañar votos a Podemos y sus confluencias sino también a los socialistas de Gonzalo Caballero.

De otro lado, en el País Vasco, Elkarrekin Podemos-IU ha registrado una representación de 6 escaños en el Parlamento del País Vasco, cinco menos que en 2016 (un 8% de los votos). Hace cuatro años, esta candidatura, que estaba liderada por Pilar Zabala y que comprendía también a los ecologistas de Equo —esta vez se presentaron por separado—, fue tercera fuerza con 11 escaños (un 14,86% de los sufragios) y más de 157.000 papeletas.

El desplome de la formación de Iglesias ha sido aquí mayúsculo y, al igual que ha ocurrido en el País Vasco, su caída ha alimentado el crecimiento de los proetarras de EH Bildu, que han sacado partido a su oposición al Gobierno de PSOE-Podemos a nivel nacional.

Pese a que la mayoría de las encuestas siempre reflejaron una caída de Elkarrekin Podemos-IU, en cambio, el CIS del socialista José Félix Tezanos le dio un resultado positivo, con 11-12 escaños y un 14,9% de los votos. En este contexto, la candidatura de Gorrotxategi había puesto sus esperanzas en no bajar de la barrera de los 10 escaños.

Caso Dina-Iglesias

En esta campaña, el vicepresidente segundo del Gobierno ha vuelto a presentarse como víctima de las «cloacas» para tapar que la investigación de la pieza de Tándem sobre el móvil de su ex asesora avanza en su contra, en lo que ya es el caso Dina-Iglesias. Tras la pérdida de su condición de perjudicado, han sido múltiples las informaciones que en los últimos días y en base al chat interno del antiguo equipo jurídico de Podemos han apuntado a una connivencia entre los abogados del partido y los fiscales de la causa para beneficiar a los morados y perjudicar a OKDIARIO.

De hecho, el pasado viernes se conoció que la Fiscalía de Madrid ha abierto una investigación penal al fiscal anticorrupción Ignacio Stampa por un presunto delito de revelación de secretos en relación con el contenido del citado chat privado del equipo de letrados de Podemos. Las diligencias se incoaron el miércoles a raíz de una denuncia presentada por Vox en la Fiscalía Anticorrupción contra Iglesias, Bousselham, la abogada podemita Marta Flor y el fiscal Stampa.

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