El banco que vendió a Puente su pisazo de 280 m2 por 290.000 € rechazó una oferta con arras de ¡550.000!
El contrato de arras firmado en la inmobiliaria fue de 20.000 euros
El socialista Puente compró su pisazo de 280 m2 por 290.000 € tras lograr una rebaja bancaria de ¡434.000!
Las sombras sobre el modo en que el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, adquirió su piso de 282,11 metros cuadrados por apenas 290.000 euros se multiplican. Según ha podido saber OKDIARIO en exclusiva, este inmueble en el céntrico Paseo Zorrilla llegó a tener un firme comprador por 550.000 euros, con contrato de arras de 20.000 euros incluido, antes de que pasara a una administración concursal y fuera embargado, sacado a subasta y adjudicado al banco acreedor Caixa Geral. Esta entidad portuguesa se lo vendió finalmente al dirigente socialista con una rebaja de 434.000 euros sobre el precio de tasación (724.000), como informó OKDIARIO el pasado miércoles.
Este comprador particular, que responde a las siglas M. M., ha sido contactado por este medio y ha relatado que él es el «mayor damnificado» de toda esta operación, en la que se siente «completamente estafado». ¿Hubo trato de favor del banco hacia Óscar Puente? Ésa es ya la pregunta que sobrevuela este caso, cada vez más oscuro y truculento.
Hasta el momento, sólo había constancia de que Óscar Puente y su esposa, la juez Laura Soria, fueron quienes más se interesaron por el piso al presentar una oferta de 600.000 euros al administrador concursal y al banco. Aquel intento tuvo lugar el 9 diciembre de 2011, pero la compra no llegó a materializarse porque el entonces portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Valladolid no consiguió vender la casa en la que residía.
Catorce meses después, en cambio, sí pudo hacerlo al ser rebajado el precio a 290.000 euros. Fue el 6 de febrero de 2013. Según declaró a Diario de Valladolid en 2015, Puente se enteró de la disponibilidad del piso «de carambola» a través de «una inmobiliaria de Medina del Campo, después de que una señora presentara una señal y luego se retiró. Me enteré y ofrecí lo mismo», señaló.
Así, ofreció tal dinero al mismo banco que debía conocer la existencia de un anterior comprador, hasta el punto de que éste tenía firmado un contrato de arras con los antiguos dueños por 20.000 euros y que había recibido el visto bueno de dicha entidad financiera para subrogarse a la hipoteca que tenía el matrimonio propietario, Florencio Martín Cambronero y Natividad Ortega, una familia dedicado a la construcción que por problemas económicos fue desahuciada del que iba a ser su lugar de residencia. El director de la sucursal de Caixa Geral que aprobó a M. M. la subrogación de la hipoteca respondía al nombre de Fernando Ortega, según consta en la documentación a la que ha accedido OKDIARIO.
El contrato de compraventa en arras de 20.000 euros fue firmado el 27 de agosto de 2010 en las oficinas de la inmobiliaria Finvall en presencia de un representante de esta entidad, Julio De Fuentes. La casa estuvo en venta desde 2009 en diferentes agencias inmobiliarias.
Dos intentos fallidos
Es más, este particular conocido por las siglas M. M. estuvo a punto de firmar la compra del piso ante notario hasta en dos ocasiones, pero en ninguna de ellas fue posible. En la primera vez, el 20 de septiembre de 2010, cuando ya estaban sentadas todas las partes delante del notario (compradores, vendedores y representantes del banco que iba a conceder la subrogación de la hipoteca), el dueño Florencio Martín se negó a vender su casa alegando diferencias con Caixa Geral, según el relato de M. M.
Y la segunda vez fue el 31 de diciembre de 2010. La parte compradora se había comprometido a asumir el capital pendiente (subrogación), una «deuda con la comunidad» y recibos del IBI todavía por abonar, recuerda M. M. Pero ese mismo día, que había sido el acordado por las partes para la firma de las escrituras, M. M. recibió una llamada del gestor inmobiliario advirtiéndole de que en el Registro de la Propiedad constaba una reciente nota de embargo sobre este piso por parte de otra entidad acreedora del propietario. De nuevo, compra abortada.
A partir de ahí, tras todo el desgaste emocional que le supuso sendos intentos fallidos, M. M. dejó de seguir la pista a la situación de esta vivienda, pero, eso sí, pidió al banco Caixa Geral, que era el principal acreedor del dueño del piso, que en caso de que la entidad financiera terminara quedándose con el piso, se pusieran en contacto con él para poder efectuar la compra que siempre quiso. Sin embargo, según M. M., este banco portugués, que tiene una sucursal a escasos metros del Ayuntamiento, nunca le llamó para volver a ofrecerle el piso.
Figura al alza
Cuál fue su «sorpresa» cuando tiempo después se enteró de que ese piso, «la casa de los sueños de mi mujer» —se lamenta todavía—, lo había comprado Óscar Puente. En el momento en que lo adquirió (febrero de 2013) era el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Valladolid, una figura al alza en el partido y con mucha proyección a nivel nacional. De hecho, el año pasado fue nombrado por Pedro Sánchez portavoz de la Ejecutiva federal del PSOE.
En conversación con este diario, M. M. explica que no participó en la subasta pública del inmueble —a la que no acudió ningún postor— porque no se enteró, pues en ese momento además se encontraba ya residiendo fuera de esta comunidad. El piso (de cinco habitaciones más salón, varios baños, trastero y garaje) salió a subasta en abril de 2012. Al no pujar nadie, Caixa Geral pudo solicitar su adjudicación por 434.473,96 euros. Luego acabó vendiéndolo a Puente por 290.000 euros (esto es, 260.000 menos que lo ofrecido por M. M.).
Respecto al contrato de arras de 20.000 euros, M. M. nunca recuperó ese dinero, por lo que llevó a los tribunales al antiguo dueño del piso. La Justicia le dio la razón y dictó que debía ser recompensado con 40.000 euros. Una cantidad que M. M. todavía no ha recibido, puesto que Florencio Martín, apunta, se declaró insolvente. La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Valladolid ante esta demanda tiene fecha del 13 de octubre del 2011, sólo dos meses antes de que Puente y su esposa, la juez Laura Soria, comunicaran a la Administración concursal su intención de comprar esa casa.