Inmigración ilegal

Los antidisturbios plantan cara a Marlaska y al DAO tras la gestión de la crisis de Ceuta y Melilla

Las UIP denuncian improvisación al preparar los desplazamientos y la falta de 500 efectivos.

Además, los agentes de las UIP recuerdan que, tras los indultos, 90 compañeros suyos siguen imputados en Cataluña.

Antidisturbios
Antidisturbios de la Policía (Foto: Francisco Toledo).
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Las unidades de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía han dicho basta y tras años de dejadez, abandono y maltrato institucional se plantan, primero ante el director adjunto de la Policía y también ante el Ministerio del Interior. Si en la última década los antidisturbios han ido languideciendo, oficialmente deberían ser 2.750 y actualmente son 2.200, los operativos de Ceuta, Melilla e incluso el dispositivo de seguridad para proteger la sede en Sevilla de los partidos de la Eurocopa han sido las gotas que han colmado el vaso. Descoordinación de efectivos, cambios de destino y cancelaciones de viajes en el día y ausencia lógica de rotación de efectivos hacen imposible que los agentes hagan planes a medio plazo y mucho menos que concilien con sus familias.

Los antidisturbios de la UIP llevan años teniendo una sensación inevitable por el comportamiento de sus superiores jerárquicos y de los políticos que deberían protegerlos desde el Ministerio del Interior: abandono. Tienen la sensación de que nadie quiere dar la cara por ellos, pero que cuando alguna situación se desmadra son la punta de lanza necesaria para conservar o restablecer el orden. Lleva ocurriendo desde siempre, pero ya en 2017, con motivo de la celebración del referéndum ilegal de independencia en Cataluña, la situación para estos policías empeoró y mucho.

Para entender una de sus quejas, la arbitrariedad a la hora de elegir efectivos para comisiones de servicio, hay que centrarse en lo que demanda la Confederación Española de Policía. «Hay descoordinación, caos, órdenes y contraordenes y falta de previsión en las salidas de las Unidades», explican fuentes de CEP. Desde el sindicato se explica a OKDIARIO que cualquier policía, y más los miembros de las unidades antidisturbios, puede comprender la urgencia de una situación, como el asalto a la valla de Ceuta o el inicio de la crisis migratoria en Canarias, pero cuando la situación está consolidada o es un acontecimiento previsto, no comprenden que la improvisación persista.

En España ahora mismo existen 12 unidades de Intervención Policial repartidas en todo el territorio nacional. En total son 52 grupos operativos con base en áreas de actuación preferente. Por ejemplo, en Valencia está la base de la tercera UIP, que tiene cinco grupos operativos y sus zonas de influencia «natural» son Valencia, Murcia y Baleares. Lo mismo se puede aplicar a otras unidades como la que tiene base en Sevilla y se ocupa de Extremadura o la UIP de Málaga que debería ser la que acudiera a Jaén o a Melilla.

Improvisación de destinos

Sin embargo, en situaciones de especial complejidad, pero ya consolidadas, ha habido unidades con base en Valladolid que han acabado en Las Palmas de Gran Canaria y otras con base en Sevilla que han tenido que hacer tareas de refuerzo en Madrid. Estos cambios han llegado a comunicarse con días de antelación y más recientemente, con motivo de los partidos de la Eurocopa en Sevilla, se ha sabido sólo unas horas antes.

La Eurocopa y sus partidos en el estadio de La Cartuja se conocían hace muchísimos meses, así que ¿cómo se entiende que la previsión fuera que 14 grupos de antidisturbios de UIP aseguraran la ciudad y de repente ese número se redujo a 10?

Desde CEP consideran que esta gestión «se ha convertido en un gigantesco bombo de lotería en el que van saliendo los resultados de forma aleatoria, sin orden ni concierto. Esto es una falta de respeto brutal a los policías y a la mínima eficiencia exigible».

¿La culpable? La jefatura de Coordinación y Planificación de las UIP, con sede en Moratalaz. Seguro. El DAO también y el Ministerio del Interior, por supuesto. Pero nadie mueve ficha y parece que ponerse al frente de las UIP es algo poco apetecible. Hoy mismo su último comisario deja el puesto rumbo a la Embajada de España en Rusia después de 10 años en los que, según los propios agentes antidisturbios, «la UIP no ha hecho más que ir a peor, como si quisieran depurarla o refundarla. Lo único claro es que los que mandan y deciden que no están a la altura y siguen comunicando salidas y desplazamientos con unas pocas horas de antelación».

Para empeorar la situación, estos días los ‘uiperos’ andan un poco más mosqueados de lo normal. Son cientos de ellos los que lamentan los indultos a los líderes del independentismo catalán, y no entran ni mucho menos en la legalidad o en la ilegalidad de estos, simplemente comparan. Ahora mismo, sólo en la provincia de Barcelona hay 40 miembros de la UIP investigados en diferentes piezas judiciales abiertas por denuncias de ciudadanos. En toda Cataluña el número asciende a 90. Los agentes tienen la sensación de que los meses a bordo de famoso barco de Piolín en el puerto de Barcelona o las batallas campales como la de Urquinaona no han servido para nada.

Un agente de la UIP hace un resumen muy gráfico: «En la UIP tenemos la sensación de no tener ni derechos laborales ni conciliación, pero cuando vienen mal dadas todos la queremos al 100% y que nos solucionen las cuestiones tanto políticas como laborales aun poniendo en riesgo nuestra salud y en, algunos casos, nuestra vida, como en Barcelona o como pasó con nuestro tristemente fallecido compañero Antoñito, contagiado de Covid en la crisis migratoria de Canarias». Poco más que añadir.

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