Gabilondo dice que esperará a saber si hay elecciones para hablar con Cs de la moción de censura en Madrid
Ángel Gabilondo repetirá como candidato del PSOE en las elecciones del próximo 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. El portavoz socialista en la Asamblea de Madrid ha reiterado este viernes que no ha mantenido ningún contacto con Ciudadanos por la moción de censura presentada por el PSOE en Madrid ya que esperará a ver si finalmente hay comicios.
Este viernes, después del terremoto político provocado por Inés Arrimadas en Murcia, el candidato del PSOE se ha querido alejar del ruido que provoca Ciudadanos ya ha asegurado que, de cara a la moción de censura presentada por el PSOE –si finalmente propera–, Gabilondo ha dicho que «tenemos que hablar. Tenemos que hablar entre nosotros, entre todos. Es imprescindible para ver qué es lo que queremos hacer».
En declaraciones a la Cadena Ser, Gabilondo ha vuelto a asegurar que es «absolutamente falso» que hubiera preparada una moción entre Cs y PSOE en paralelo a la murciana.
Sin embargo, OKDIARIO ha podido saber que la operación con Ciudadanos en Murcia formaba parte de un plan más amplio para desestabilizar al PP, arrebatándole feudos clave.
El PSOE ha vuelto a utilizar en beneficio propio los movimientos de Ciudadanos, el partido que preside Inés Arrimadas. Los deseos de los naranjas de acabar con el mando del PP en la Región de Murcia fueron captados por los socialistas, que vieron en la jugada una oportunidad para intentar desestabilizar el mando nacional de Génova: el PSOE cree que la pérdida del feudo natal del secretario general del PP, Teodoro García Egea, puede inyectar nerviosismo en la Ejecutiva de los populares y apoyó la operación con generosidad: ha regalado la presidencia autonómica a Ciudadanos pese a su escaso respaldo electoral.
Pero no fue un acto de altruismo: la realidad es que los socialistas optaban a desestabilizar al PP en su conjunto y no sólo a nivel autonómico. Hace tiempo que resulta obvia la estrategia del PSOE de intentar identificar a PP y Vox. Su artimaña pasa por lanzar el mensaje de que son lo mismo, intentando impedir que el PP pueda absorber voto de un centro desencantado por la radicalización de un Partido Socialista que pacta con proetarras, golpistas, comunistas y separatistas.
Ese desplazamiento al centro del PP abre las posibilidades de lograr voto a escala nacional de cara al triunfo nacional de un centro derecha que desbanque al actual Gobierno socialcomunista. Y, por ello, el PSOE vio en la moción de censura de Murcia una oportunidad para inyectar inestabilidad en el PP.