La ANC amenaza y ve los juicios a los golpistas como nuevas «oportunidades» para la república

La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, ha confiado este domingo en que en la actual legislatura haya nuevas «oportunidades» para implementar la república que declaró el Parlament, y  que asegura se darán con las movilizaciones que se produzcan ante los juicios y sentencias que vayan afrontando los golpistas. La sustituta de Jordi Sánchez en la ANC ha esgrimido que hay una mayoría independentista en la Cámara para hacerlo. «El escenario es muy cambiante y pueden surgir oportunidades que ahora no vemos», ha dicho.

En una entrevista de Europa Press, la sustituta del encarcelado Jordi Sánchez al frente de esta organización golpista ha contemplado que los juicios y las sentencias sobre los presos golpistas sean de una magnitud tan grande que genere «un gran impacto en la sociedad catalana» y esto desencadene nuevos movimientos que ahora son difícilmente previsibles.

Amenaza si hay sentencias graves

Para Paluzie, «Que habiendo una mayoría en el Parlament, se dijera que esto no se puede soportar más y cambiara el escenario y se decidiera hacer algo que por ahora no han decidido ni han pactado» los partidos soberanistas, concluye Paluzie, que considera injusta la situación de prisión preventiva de los presos.Puigdemont.

Preguntada por si las sentencias de futuros juicios a dirigentes soberanistas podrían desencadenar un nuevo intento de declarar la república, Paluzie concluye: «Por ejemplo, imaginaos qué sería para la sociedad catalana que salga condenado todo nuestro Govern con más de 30 años de cárcel. No sé si somos conscientes de cómo se lo puede tomar esto la gente».

«Ya vimos las movilizaciones por el encarcelamiento de Puigdemont. Imaginaos si hay sentencias de 30 años de cárcel y cómo puede tomar esto la gente»

«Hay mayoría independentista en el Parlament, puede haber una oportunidad para poner en marcha la ‘república’, que ahora no visualizamos», ha insistido la presidenta de la ANC, que recuerda que tras la declaración del 27 de octubre no hubo ningún intento para implementar la independencia.

Una oportunidad de «tomar la calle»

Paluzie recuerda las movilizaciones que hubo en Barcelona por el encarcelamiento de Puigdemont en Alemania: «Vimos el tipo de movilizaciones que había. La dinámica que tomaban (hubo cargas policiales), y solo era la cárcel preventiva, que ya es muy fuerte». Y a continuación invitaba a una posibilidad de tomar la calle en caso de sentencias a los golpistas:»Imaginaos condenas de 30 años».

Además, esgrime que las consecuencias de intentarlo de nuevo no serían peores que las actuales y concluye: «Al final, lo peor que te puede pasar ya ha pasado. Han puesto a los dirigentes políticos en la cárcel y pondrían a otros. Pero entonces pasó sin que se intentara».

Paluzie pide al nuevo Ejecutivo de Torra firmeza en la defensa del referéndum ilegal del 1-O y de sus resultados, porque «sería interesante que no se dieran pasos atrás discursivos», y reclama que se incida en que la votación logró organizarse pese a todos los obstáculos que llegaron del Gobierno central.

«El ‘Govern’ en el exilio no puede ser algo simbólico: debe tener competencias reales e impulsar las relaciones internacionales»

Colaboración con Puigdemont

La presidenta de la ANC se muestra dispuesta a colaborar con el Consell de la República, una suerte de ‘Govern en el exilio’ que pilotará el prófugo Puigdemont, pero antes quiere conocer los detalles y pide que no sea algo «meramente simbólico», sino que tenga poder decisorio real.

La ANC reclama que este Consell sea «una pata del Govern efectiva y con competencias reales», por ejemplo a la hora de impulsar las relaciones internacionales de la Generalitat, y que tenga un vínculo permanente con el Ejecutivo que Quim Torra liderará desde Cataluña.

La ANC considera que los exconsellers cesados que residen en el extranjero deben tener un papel protagonista en este Consejo: «Poniéndole un poco de creatividad, desde fuera se pueden hacer cosas, y le tienes que dar un valor a las personas que están fuera porque, si no, acaba siendo una república de aquellas de Tintín».

Paluzie concluye que el proceso secesionista ha entrado en una nueva etapa, en la que puede que no se haya llegado a implementar la república, pero afirma que tras las cargas del referéndum del 1 de octubre, algo sí ha quedado claro: «El 1-O fue una demostración de que no tenemos miedo».