La vacuna de AstraZeneca provoca un aluvión de bajas entre profesores, policías, bomberos y militares
La vacuna de AstraZeneca, la desarrollada por la Universidad de Oxford, está provocando serios quebraderos de cabeza a las autoridades sanitarias por el creciente rechazo que provoca entre los colectivos señalados para ser inoculados con esta variante. Los ‘elegidos’ han sido profesores, policías, bomberos o militares. Los molestos efectos secundarios que provoca, que se asemejan a la sintomatología de una gripe y que provoca una significativa inflamación en el brazo en el que se pincha, están disparando las bajas laborales y las negativas de otros profesionales a ponérsela.
El rechazo entre policías, profesores, bomberos o militares a la vacuna de AstraZeneca, la que les ha ‘tocado’ a aquellos que tengan menos de 55 años y pertenezcan a estos colectivos, es cada vez más evidente. OKDIARIO ha podido consultar a diversos sindicatos y agrupaciones profesionales representativas de estos colectivos, que confirman que las negativas a ponerse esta vacuna son cada vez más.
Entre quienes se la han puesto, se están produciendo porcentajes significativos de profesionales que no han podido incorporarse a sus puestos de trabajo por los efectos que les ha provocado la dosis: inflamación del brazo, fuertes cefaleas y especialmente miálgias: dolores musculares de tal intensidad que pueden llegar a ser incapacitantes de forma temporal.
Todos estos efectos son pasajeros y quienes reciben la vacuna los superan en 48-72 horas, pero se dan con cierta frecuencia entre los vacunados. Especialmente entre los más jóvenes, ya que cuando más se acerca la edad límite de 55 años, los efectos adversos son menos frecuentes.
En Madrid, por ejemplo, sindicatos de profesores han advertido que las bajas en algunos centros han impedido llevar a cabo la actividad educativa normal este pasado lunes. En algunos colegios de la zona de Leganés han tenido que suspender algunas clases por falta de docentes.
Militares y bomberos
En bases militares, donde también se está inoculando la vacuna de AstraZeneca, están sintiendo los efectos adversos de la vacuna. Según ha sabido OKDIARIO de fuentes militares, hay unidades en las que ya hay efectivos de baja médica. En otras bases se ha optado por vacunar el viernes. Según denuncian, se hace así para que pasen los efectos «durante el fin de semana» y vuelvan a sus puestos recuperados. Entre los militares el número de negativas a ponerse la vacuna son mucho menores.
En cambio, entre los bomberos, las negativas sí están siendo importantes. «Es complejo ponerle cifras a nivel nacional, pero sí sabemos que en muchos parques hay gente que se está negando a vacunarse», explican fuentes del sindicato CSIF. Profesionales de este campo aseguran a OKDIARIO que su negativa se produce «al ver cómo a otros compañeros se les ha puesto el brazo hinchado durante días», y si eso les pasa difícilmente pueden utilizar ese brazo para cargar peso durante una intervención. Las bajas laborales también se están dejando notar estos días.
Policías de baja
Así está ocurriendo también entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La vacuna les deja prácticamente inoperativos por sus reacciones, e incluso se están produciendo esas mismas bajas médicas entre los agentes. Se cuentan por centenares ya. Muchos se han negado a ponerse la vacuna desde que conocieron que el 25% de los agentes franceses, inoculados con AstraZeneca, sufrían efectos secundarios duros.
Los primeros en inmunizarse fueron los Mossos d´Esquadra, que habilitaron varias comisarías de Cataluña para inocular vacunas a todos los agentes que tuvieran menos de 55 años. El plan de vacunación iba a buen ritmo, pero la reacción de decenas de agentes ante el medicamento hizo necesario detener el proceso de inmediato. Fuentes policiales aseguran que los responsables de Interior en Cataluña temieron una oleada de bajas laborales en puertas de las elecciones autonómicas del pasado 14 de febrero. Un centenar de agentes de los Mossos se tuvieron que pedir la baja ante los síntomas desarrollados tras recibir la dosis correspondiente de la vacuna.
Tres cuartos de lo mismo sucedió en los otros dos cuerpos policiales autonómicos del país, la Policía Autónoma Vasca y la Policía Foral de Navarra. Ambos cuerpos, muchísimo más humildes en cifras de la policía catalana, también notó los efectos de la vacuna en sus filas. De hecho, los navarros tuvieron episodios de fiebres altas a las pocas horas de recibir la dosis de AstraZeneca y en el País Vasco pasó igual con los primeros agentes que se inyectaron el fármaco: malestar, fiebre, dolor muscular. Una serie de síntomas que incapacitó a varios agentes de manera al menos temporal. La situación se repite en otros cuerpos policiales locales.