Garzón celebra el auto de Llarena porque «facilita la racionalidad» y una campaña «lo más normal posible»

El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, ha aplaudido las medidas impuestas por el Tribunal Supremo (TS) a la ex presidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell y al resto de la Mesa de la Cámara autonómica —investigados por los delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos por la declaración de independencia— porque, a su juicio, «facilitan canalizar de una forma más racional» el conflicto independentista.
El juez del alto tribunal Pablo Llarena decretó libertad bajo fianza para los investigados, excepto para Forcadell, a la que envió a prisión bajo una fianza de 150.000 euros. En una entrevista en la Cadena SER recogida por Europa Press, Garzón se ha mostrado «escéptico» ante la posibilidad de que el auto de Llarena pueda hacer revisar las medidas adoptadas por la juez de la AN Carmen Lamela, que envió a prisión sin fianza a varios ex consejeros y al ex vicepresidente del Gobierno de Cataluña Oriol Junqueras.
Para el ex presidente Carles Puigdemont y cuatro consejeros más emitió una orden internacional de detención, ya que estos se marcharon a Bélgica tras la declaración de independencia catalana.
No obstante, ha asegurado que mantiene la esperanza de que la resolución de Llarena «sirva para que haya una campaña electoral con la mayor normalidad posible». En este sentido, ha rechazado que «medio Govern esté en la cárcel y la otra mitad fuera del país», alegando que, «evidentemente», ese no es un «espacio de normalidad».
La DUI, «un papelito»
Por otro lado, el líder de IU ha señalado que «realmente no hubo ninguna declaración de independencia» sino que «lo que había era un papelito» que carecía de todo valor jurídico y «los propios participantes lo sabían. Así, ha asegurado no estar sorprendido por que Forcadell haya renunciado ante el juez de la vía unilateral para la secesión, si bien es cierto que cree que lo admiten ahora «por el hecho de no querer entrar en prisión».
Para Alberto Garzón, ha habido una «instrumentalización clarísima por parte de dos polos», el independentista y la derecha «más radical» —en alusión al PP y a Ciudadanos— que, en su opinión, ha llevado a crear un «escenario» que es «prácticamente de teatro». «No había fundamento para decir que había una declaración unilateral de independencia (DUI) porque no había valor jurídico y los propios participantes lo sabían», ha subrayado.
IU no cabe en la «guerra de banderas»
Preguntado por la bajada de Unidos Podemos según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en la que pierde casi dos puntos respecto a la encuesta hecha tres meses antes, Garzón ha explicado que lo ve «sin ninguna preocupación» aunque ha reconocido que la coalición sale perjudicada de la «guerra de banderas» y «polarización» política del conflicto catalán.
«Parece que sólo puedes ser independentista o del PP y Ciudadanos, la polarización creo que no favorece a expresiones como la nuestra, que se ven perjudicadas», ha lamentado, después de lamentar que el problema catalán deja «poco espacio» para propuestas «de sentido común». En este sentido, ha afirmado que su partido ha de «mejorar muchas cosas»: «Somos incapaces todavía de que la gente sea consciente de cuál es nuestra propuesta en positivo», ha aclarado.
Además, ha censurado el «mensaje perverso» que el líder independentista Artur Mas ha «inoculado» a la sociedad catalana de que una Cataluña independiente solucionaría los problemas generados por la crisis económica. «La precariedad se está consolidando, para mí este es el problema principal», ha dicho, y ha añadido que «las preferencias están muy mezcladas».
«El otro [por el problema secesionista] no deja de ser grave, pero, o afrontamos los dos al mismo tiempo o corremos el riesgo de que quienes nos metieron en esta deriva, Rajoy y Artur Mas o Puigdemont, sean los que salen ganando», ha argumentado. Asimismo, ha recalcado que problemas como «el recorte en pensiones, educación y prestaciones sociales» han pasado a un «segundo plano»: «[Los ciudadanos] somos los principales perjudicados», ha concluido.