Elecciones municipales 2019

Abertzales y podemitas se estrellan en su intento por cerrar el campo militar de Bardenas Reales

Batacazo de los planes de la izquierda abertzale y los proetarras de EH Bildu para cerrar unas instalaciones militares en Navarra claves para la OTAN. Los municipios con poder de decisión sobre Bardenas Reales han dado la espalda a estas opciones, que no han conseguido ni un concejal en la zona.

Abertzales y podemitas se estrellan en su intento por cerrar el campo militar de Bardenas Reales
F-18 del Ejército del Aire realizando maniobras con fuego real en Bardenas Reales (Navarra).
Pelayo Barro

Podemos, los abertzales de Geroa Bai y los proetarras de EH Bildu llevan años intentando cerrar el polígono de tiro militar de Bardenas Reales. Unas instalaciones estratégicas para la OTAN. Su campaña se dirigió hacia los municipios próximos, que son quienes gestionan el espacio. Ninguna de estas formaciones obtuvo concejales en esos enclaves el pasado 26-M.

Los municipios que gestionan las instalaciones militares de Bardenas Reales han dado la espalda a todas las formaciones que proponen el cierre del polígono de tiro. Ni Podemos, ni Geroa Bai ni EH Bildu han obtenido representación alguna en estas localidades, lo que supone un respaldo total a los planes del Ministerio de Defensa y de la OTAN para el futuro del recinto.

Municipios como Tudela, Arguedas, Valtierra, Caparroso, Carcastillo o Mélida, próximos geográficamente a este espacio militar han votado masivamente a la coalición de ‘Navarra Suma’ y al PSOE.

En el polígono de Bardenas Reales, un paraje semidesértico al sureste de Navarra, se entrenan con armamento real aeronaves militares de muchos países de la OTAN. Es una zona estratégica para la Alianza Atlántica, ya que hay pocas áreas en Europa tan extensas para realizar ejercicios de bombardeo aéreo. Defensa tiene derechos de uso sobre estos terrenos desde 1951.

14 millones de euros

El gobierno navarro lleva toda la legislatura intentando desmantelar el polígono de Bardenas Reales. El gobierno foral se llegó a plantear incluso pagar de su bolsillo a los municipios cercanos el canon de 14 millones de euros que perciben anualmente del Ministerio de Defensa por su uso.

Sin embargo, todos los intentos por parte de la coalición de abertzales, proetarras y Podemos resultaron infructuosos. La junta gestora de las instalaciones, denominada ‘junta de congozantes’, se mantuvo firme y renovó el convenio con Defensa por otros diez años más.

El gobierno de abertzales y proetarras, con el respaldo de Podemos, llegó a plantear la realización de un referéndum entre las poblaciones cercanas a las instalaciones para testar los apoyos populares al desmantelamiento del campo de maniobras. El referéndum nunca se llegó a realizar, pero los resultados electorales dejan claro cuál sería la respuesta.

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