Los ex consellers fugados escenifican un ficticio traspaso de carteras con sus sucesoras
Los ex consellers de la Generalitat huidos en Bélgica Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig han escenificado este martes en Bruselas el traspaso de sus carteras a los nuevos responsables de Salud, Agricultura y Pesca y Cultura, que son Alba Vergés, Teresa Jordà y Laura Borràs, respectivamente.
El acto ha tenido lugar en la delegación de la Generalitat en la capital belga minutos después de que los ex consellers anunciaran que, junto con Carles Puigdemont y Clara Ponsantí, han interpuesto una demanda civil conjunta ante la Justicia belga contra el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.
En declaraciones a los medios, los ex consellers y sus sucesores en el cargo han coincidido en criticar las circunstancias del traspaso de carteras en Bruselas, que, a juicio de Vergès es «consecuencia de la represión política del Estado español». «Quieren anular la voz política de todas las personas que se ponen delante de un proyecto político que es legítimo y que es justo», ha subrayado la nueva consellera de Salud.
Su predecesor en el cargo, Toni Comín, ha asegurado estar «muy feliz» por el hecho de que Vergès sea su sucesora, porque «es la garantía de que todas aquellas políticas durante dos años al servicio del interés general seguirán adelante». «Para mi es una satisfacción inmensa saber que la consellera de Salud del Govern es Alba Vergès», ha dicho.
«No es normal»
En la misma línea que Vergès, Jordà ha afirmado que el acto de este martes «no es normal» porque la ex consellera Serret «debería estar en su casa y trabajando por el sector primario» en lugar de seguir en Bruselas.
En cualquier caso, la nueva consellera de Agricultura y Pesca ha dado las gracias a Serret por su trabajo al frente de la cartera, mientras que ésta ha mostrado su confianza en que el proyecto que inició «continúa» con su sucesora, a la que ha calificado como «una mujer valiente» que «habla claro».
Por su parte, Borràs ha recordado que el objetivo del Govern «más allá de los objetivos sectoriales» de los consellers es que «deje de haber presos políticos o exiliados», así como que puedan trabajar «conjuntamente» para conseguir «un país mejor» y «construir la república catalana».