Los Mossos también pincharon los teléfonos de los policías que investigaron el ‘caso Pujol’

Policía Nacional
Mossos d'Esquadra se encaran con agentes de la Policía Nacional el 1-O. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

Los Mossos hicieron seguimientos y pincharon los teléfonos de los policías que intervinieron en el ‘caso Pujol’. La policía autonómica no llamaba así al ‘caso del 3%’ y del cobro de comisiones con destino a la familia Pujol. Para ellos, eso era simplemente la ‘operación Cataluña’, porque, según su versión, no había corrupción en la Generalitat sino, tan sólo, un intento de desprestigio del ‘procés’ separatista. Por eso tomaron la decisión de seguir y espiar a los policías encargados de la investigación.

La información encaja y amplia algunos de los documentos detectados en las furgonetas que pretendían destruir documentos oficiales de la Generalitat los días posteriores al 1-O. En esas fechas, en concreto el 26 de octubre, fueron interceptados por una decena de efectivos de la Policía Nacional dos vehículos de los Mossos d’Esquadra cargados de pruebas que pretendían destruir en una incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona).

Entre esos documentos se encontraban “diversas anotaciones manuscritas” que hacen referencia “a la denominada ‘Operación Cataluña’”. Pero los informes de los Mossos iban más allá. De hecho, no sólo había anotaciones estratégicas sobre cómo desarticular la bautizada Operación Cataluña, sino que, además, “había anotaciones sobre diversos mandos policiales del CNP [Comisaría Nacional de Policía]” y, en concreto un “seguimiento” realizado a “Antonio Giménez Raso”, inspector jefe de la Policía que ha estado vinculado a investigaciones en Cataluña. El seguimiento incluía “fotografías” y extractos de conversaciones.

Resulta difícil pensar en la posibilidad de conseguir extractos de conversaciones si no ha existido un pinchazo telefónico, un hackeo de instrumentos electrónicos o algo similar. Y, teniendo en cuenta que no es el único policía del que se han realizado anotaciones, sino que, según ha confirmado ya la Dirección General de la Policía, las anotaciones afectaban a más “mandos policiales”, resulta igualmente difícil pensar que esos ‘pinchas’ o intromisiones en las comunicaciones no se hayan efectuado a otros miembros de las fuerzas policiales encargados de las investigaciones sobre los Pujol.

Pinchazos a políticos y policías

No se trataría, ni mucho menos, del único espionaje a policías que se habría atrevido a hacer el mayor Josep Lluís Trapero. El jefe operativo de la policía autonómica dio órdenes a los Mossos de espiar, informar y delatar cada movimiento que realizó la Policía Nacional y la Guardia Civil el 1-O. Las consignas de los agentes autonómicos esos días no eran estar atentos al referéndum ilegal pese a las exigencias del TSJC. Su preocupación era controlar cada paso que daban los agentes enviados desde el resto de España para poder informar a su cúpula y evitar la eficacia del operativo nacional que pretendía paralizar el golpe separatista, tal y como adelantó en su momento OKDIARIO. Las pruebas de este comportamiento ilegal se encuentran dispersas en la información recopilada en los informes que los agentes del cuerpo autonómico pretendieron destruir, igualmente, en la incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona).

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