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Te vas a meter en un lío con Hacienda: esto es lo que te puede pasar por alquilar tu piso

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Blanca Espada

¿Tienes una vivienda alquilada para poder obtener unos ingresos extra? Puede ser una buena idea, especialmente en un momento en el que el mercado del alquiler está en auge y muchos propietarios ven una oportunidad de oro. Sin embargo, lo que puede ser visto como un negocio aparentemente sencillo puede acabar complicándose mucho si se omite un detalle crucial: declarar lo que ganas por alquilar un piso a Hacienda.

Muchos propietarios desconocen que los beneficios obtenidos por el alquiler de una propiedad deben incluirse en la declaración de la Renta. No es opcional. Son ingresos considerados como rendimientos del capital inmobiliario, y como tales, están sujetos al IRPF. De este modo, el hecho de no declararlos no sólo es una infracción, sino que puede llevar a sanciones económicas importantes y, en algunos casos, incluso a procedimientos más serios. El problema es que esta omisión no pasa inadvertida tan fácilmente como antes. La Agencia Tributaria ha perfeccionado sus mecanismos de detección y cada año afina más sus métodos para identificar a quienes intentan eludir este deber. Así que si estás alquilando tu piso y no lo estás declarando, es importante saber a qué te arriesgas exactamente y cómo evitar problemas como Hacienda.

Te vas a meter en un lío con Hacienda el alquiler de un piso alquilado

Según la normativa vigente, cualquier ingreso que recibas por el alquiler de una vivienda  debe ser incluido en tu declaración de la Renta. Y no hacerlo se considera una infracción tributaria.

Esta obligación se aplica tanto si alquilas a través de una plataforma, como si haces un trato directo. No importa si el inquilino es un conocido o si el alquiler es temporal: los ingresos cuentan igual. El hecho de no incluirlos puede salir caro, no sólo porque Hacienda pueda exigirte el pago de lo no declarado, sino también porque puedes perder beneficios fiscales valiosos si decides actuar al margen de la ley.

¿Cómo sabe Hacienda que estás alquilando tu piso?

La Agencia Tributaria cuenta con múltiples vías para detectar este tipo de irregularidades. Una de las más comunes es el cruce de datos: por ejemplo, los bancos informan de ciertos movimientos sospechosos o periódicos, como los ingresos mensuales que podrías estar recibiendo del inquilino.

Pero hay más. También analizan los consumos de suministros como la luz, el agua o el gas. Si en una vivienda que supuestamente está vacía hay consumo constante, eso puede levantar sospechas. Y por si fuera poco, el propio inquilino puede haber incluido el alquiler en su declaración para deducirse el gasto por vivienda habitual, lo que deja constancia oficial del contrato. Es decir: el cerco se estrecha.

Las sanciones a las que te puedes enfrentar

Si Hacienda detecta que has alquilado tu piso y no lo has declarado, puede obligarte a pagar todas las cantidades no ingresadas. Pero eso no es todo: también aplicará recargos e intereses, que aumentan cuanto más tiempo haya pasado desde que se cometió la omisión.

Si tú mismo te das cuenta del error antes de que Hacienda actúe y decides regularizar la situación voluntariamente, puedes presentar una declaración complementaria. En ese caso, sólo pagarás un recargo del 1 % al 15 %, según cuánto tiempo haya pasado. Pero si es la Agencia Tributaria quien lo detecta primero, la cosa se complica.

En ese caso, se inicia un procedimiento sancionador. Las multas pueden ir del 50 % al 150 % de lo que no pagaste, dependiendo de la gravedad del caso. Si Hacienda considera que hubo intencionalidad, la sanción será mucho más dura. Y no olvides que estos procedimientos también pueden acarrear bloqueos en devoluciones futuras o embargos si no regularizas la situación.

Las ventajas de declarar el alquiler

Uno de los aspectos que muchos propietarios desconocen es que declarar el alquiler también tiene ventajas. Si el contrato está registrado y el piso se alquila como vivienda habitual, puedes beneficiarte de una reducción del 60 % en los rendimientos netos obtenidos. Es decir, tributarías solo por el 40 % de lo que ganas. Pero, claro, esta reducción sólo aplica si lo haces todo correctamente.

Si decides no declarar, no sólo te expones a una sanción: también pierdes esta reducción fiscal, lo que significa que pagas más si decides regularizar tarde. y además con recargos. Es una doble penalización que se puede evitar sabiendo que debes declarar lo ganado por el alquiler desde el principio.

¿Y si se me ha olvidado?

Puede pasar: se te olvidó, pensaste que era un alquiler puntual, o simplemente no sabías que había que declararlo. En estos casos, lo mejor es regularizar cuanto antes. Si actúas antes de que Hacienda te envíe un requerimiento, puedes evitar las sanciones más severas. Además, presentar una complementaria es mucho más sencillo de lo que parece, especialmente si cuentas con la ayuda de un asesor fiscal.

Y es que la transparencia con Hacienda, aunque a veces pueda parecer engorrosa, suele ser más beneficiosa de lo que se piensa. Cumplir con las obligaciones fiscales evita problemas y, en algunos casos, permite aprovechar ventajas que compensan con creces el esfuerzo de declarar.

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