Economía
PENSIONES

La subida de las pensiones tiene truco: esto es lo que te va a quedar si le restas los impuestos

La subida de las pensiones puede impactar de forma negativa en algunos pensionistas

Una vez que se ha dado a conocer el dato del IPC, ya es posible calcular cuánto van a aumentar las pensiones. En el caso de España, la subida de las pensiones en 2024 será del 3,8%. Esta subida, que se corresponde con el dato adelantado del IPC de noviembre del 3,2%, supone un incremento adicional del 1,3% respecto a la subida del año 2023.

La subida de las pensiones va a tener un impacto directo en el bolsillo de los 9,6 millones de pensionistas que hay en España. La pensión media de jubilación pasará de 1.344 euros al mes a 1.399 euros, lo que supone un incremento de 55 euros.

Con la jubilación en el horizonte, no solo es crucial evaluar la cuantía de la pensión de jubilación, sino también comprender cómo las retenciones y tributaciones impactarán en el monto neto disponible. La pensión de jubilación, al considerarse un rendimiento de trabajo a efectos fiscales, está sujeta a retenciones a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este componente se convierte en un aspecto fundamental en la planificación financiera, ya que puede determinar la cantidad final que los jubilados recibirán en sus ingresos netos.

Retenciones en las pensiones

La pensión de jubilación, al igual que los salarios, va a estar sujeta a retenciones. Superar ciertos límites establecidos conlleva la obligatoriedad de presentar la Declaración de la Renta. El umbral mínimo exento para la Declaración de la Renta en el caso de rendimientos del trabajo de un único pagador se sitúa en 22.000 euros anuales, abarcando las pensiones de jubilación y otras prestaciones estatales.

Aquellas personas que, además de una pensión contributiva, perciben ingresos de un plan de pensiones privado, lo que genera efectos fiscales equivalentes a tener dos pagadores, tienen un umbral mínimo exento menor, establecido en 15.000 euros anuales. También están obligados a presentar la Renta los pensionistas con rendimientos del capital mobiliario y/o ganancias patrimoniales superiores a 1.600 euros anuales.

Existen exenciones para ciertos beneficiarios, tales como los que reciben pensiones por incapacidad permanente absoluta y gran invalidez, prestaciones familiares no contributivas, pensiones de orfandad, auxilio por defunción, prestaciones para víctimas del terrorismo y anualidades por alimentos decididas judicialmente.

La base liquidable del IRPF se divide en tramos de renta, determinando así las retenciones mensuales que, acumuladas, definen las cantidades anuales sujetas a impuestos. Estas retenciones varían en función del importe de la pensión y las circunstancias personales del pensionista. Es esencial comprender que estas retenciones deben integrarse en la Declaración de la Renta. En caso de que el importe sea inferior a la cuota líquida del IRPF, se generará un pago adicional; si es superior, se recibirá una devolución.

En términos generales, las retenciones mínimas para cada tramo a cuenta del IRPF son las siguientes:

Estos porcentajes finales se aplican considerando las circunstancias personales del pensionista, como el estado civil, discapacidad y personas a cargo, según la escala de gravamen del IRPF.

Estrategias para pagar menos

La comprensión de las retenciones y tributaciones sobre la pensión de jubilación es esencial para una planificación financiera efectiva. Los jubilados pueden beneficiarse al conocer estas dinámicas, ajustando estratégicamente sus finanzas para optimizar su situación fiscal y maximizar el monto neto disponible durante la jubilación. Estrategias como aprovechar deducciones autonómicas, comunicar cambios en la situación familiar, considerar salario en especie, realizar donativos deducibles, aprovechar deducciones de vivienda y vehículos eléctricos, entre otras, pueden contribuir significativamente a la eficiencia fiscal y al bienestar financiero en la jubilación.