SECTOR ENERGÉTICO

S&P duda de que Redeia pueda conectar la capacidad que exige el ‘boom’ de la energía solar en España

Red Eléctrica, nuclear
Beatriz Corredor, presidenta de Redeia

S&P duda de que la multinacional española de infraestructuras Redeia pueda conectar con rapidez la nueva capacidad que necesita el sistema para hacer posible el ‘boom’ de la energía solar, y así cumplir con los plazos para la transición energética en la que se han embarcado los países para sustituir la generación a través de materias fósiles y también ha situado en una situación de interinidad a las centrales nucleares. Estas tienen un calendario de cierre a plazo fijo en España, han entrado en la misma situación en Alemania, y sólo la determinación de Francia y de sus aliados pro nucleares en la UE pueden aflojar la presión que hasta ahora favorece a las renovables. 

Según un informe de la consultora internacional, la inminente fecha límite de conexión a la red para los proyectos solares en España está impulsando una carrera sin precedentes para construir gigavatios de nueva capacidad, pero el aumento de la energía solar ya está teniendo importantes efectos de ‘canibalización’ en el mercado eléctrico del país.

Más de 55 GW de proyectos solares han conseguido acceso a la red española y deben construirse antes de finales de junio de 2025 o corren el riesgo de perder los derechos de conexión. Así lo advierten los analistas de S&P Global Commodity Insights, quienes calculan que hasta 29 GW de estos proyectos —más de la mitad— podrían estar en esta situación, bien por no obtener la autorización a tiempo, bien porque se consideren inviables desde el punto de vista financiero. La capacidad de Redeia para conectar la nueva capacidad con la suficiente rapidez también es una gran incógnita, añaden.

Con 1 GW finalizado en el primer semestre de 2023 y 7 GW en construcción, los 18 GW adicionales que se prevé que entren en funcionamiento en 2025 duplicarán con creces la capacidad solar conectada a la red total instalada en España en el espacio de dos años, aseguran los expertos de la consultora.

S&P Global asegura que esta afluencia de nueva energía solar ya está canibalizando los precios de la electricidad en España, acercándolos en ocasiones a cero en los últimos meses. El fenómeno se conoce como curva del pato, en la que los precios caen durante las horas del día, cuando la producción solar es alta y la demanda baja. Así, a medida que se conecta más energía solar, pueden reducirse aún más los precios y la rentabilidad de futuros proyectos.

La curva de pato es cada vez más pronunciada. En lo que va de año se han registrado unas 300 horas de precios bajos (por debajo de 5 euros/MWh), superando el récord anterior de 202 horas registrado en todo 2021, según estiman estos expertos. «El riesgo de canibalización es enorme, sobre todo teniendo en cuenta las escasas previsiones de crecimiento de la demanda antes de 2030», afirma Diego Ortiz García, analista principal de investigación de S&P Global Commodity Insights, quien añade que las tasas anuales de captación de energía solar caerán del 80% actual al 15%-20% después de 2025.

Redeia Energía solar
Paneles solares de SolarProfit.

El boom de la energía solar no es nuevo en España. A finales de la década de 2010, el mercado vio surgir una burbuja especulativa en torno a las conexiones a la red tras una avalancha de solicitudes de acceso, con proyectos listos para construir que se vendían a valoraciones elevadas. El Gobierno español respondió en 2020 con una moratoria sobre las nuevas solicitudes. Al mismo tiempo, para asegurarse de que sólo los proyectos serios siguieran adelante, introdujo una serie de nuevos hitos en la concesión de permisos y la construcción para los promotores de energías renovables.

Pero ante la falta de capacidad de las autoridades para tramitar las solicitudes a tiempo, el Gobierno se vio obligado a principios de este año a conceder a algunos promotores una prórroga de seis meses para obtener la autorización de construcción, siendo el nuevo hito el 25 de enero de 2024. Sin embargo, a los agentes del sector sobre el terreno les preocupa que la fecha límite para la puesta en marcha de esos proyectos, el 25 de junio de 2025, siga siendo la misma. Por ello, los promotores se apresuran a buscar constructores, equipos, financiación y compradores, sin garantías de que se amplíe el plazo de 2025. Según ellos, esto pone en peligro sus inversiones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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