Economía
Telecomunicaciones

Orange encuentra el maná en la fusión: mientras sus ingresos caen un 4,6%, los de MásMóvil suben un 7%

MásMóvil encara la recta final de las negociaciones para la fusión con Orange con una tarjeta de presentación impecable. En el primer trimestre, la operadora que dirige Meinrad Spenger registró un incremento del 39% en sus ingresos del 39%, hasta alcanzar los 733 millones de euros, si bien la cifra incluye los resultados de Euskaltel, adquirida en 2021. Para hacer una comparativa más razonable habría que quedarse con el dato proforma, que descuenta un escenario que incorpora cuál habría sido la aportación de la operadora vasca al conjunto del grupo en el primer trimestre del año pasado. Bajo esa premisa, estaríamos hablando de un crecimiento del 7%, en estos momentos igualmente una ficción para cualquiera de las grandes telecos presentes en España.

El mercado está más que complicado, con nuevas ofertas ultra low cost prácticamente cada semana. En los tres primeros meses del año, Telefónica contabilizó un aumento de sus ingresos en España del 0,9%, mientras que Vodafone, que se rige por un año fiscal diferente, arañó una subida del 0,3% en su facturación en el ejercicio acabado en marzo. Peor fueron las cosas para Orange en términos de ingresos, que tuvo una caída interanual del 4,6% entre enero y marzo.

En resumen, comercialmente, la trayectoria de MásMóvil mantiene su buen rumbo -en el primer trimestre captó cerca de 70.000 clientes de banda ancha, un 30% más que los 52.000 del último cuarto de 2021-. El Ebitda creció un 51% hasta los 277 millones de euros, una cifra que de alguna manera muestra la fortaleza subyacente del grupo pese a registrar una pérdida neta de 40 millones por los costes financieros de la deuda asociada a la compra de Euskaltel, en total 3.500 millones de euros en emisiones de bonos y créditos.

Por ello, es una buena noticia para la empresa francesa saber que su socio en la joint venture al 50% que se está negociando tiene una evolución tan positiva y prometedora, dado que en el futuro traerá vientos de cola para su propio negocio, una vez que la fusión se materialice previsiblemente en el segundo trimestre de 2023 tras el visto bueno de los reguladores. Y máxime teniendo en cuenta que Orange tendrá derecho a tomar el control en caso de emprender una salida a Bolsa pasados al menos tres años, momento en el que los tres fondos dueños de MásMóvil -KKRCinven y Providence- tendrían ya una inversión madura a la que sacarle rentabilidad si todo marcha bien, ya que habrían pasado cinco años desde su entrada con la opa que lanzaron en 2020.

Fusión en un momento clave para Orange

En un entorno de guerra sin cuartel en el sector, a base de bajadas de tarifas constantes para quitar a la competencia todos los clientes posibles, por una vez el mejor resultado del rival será música para los oídos de más de un directivo de Orange, sobre todo cuando hay que cuadrar las cuentas: los márgenes cada vez son menos holgados para amortiguar la pesada losa que tiene que soportar sí o sí ante las exigentes inversiones para el despliegue del 5G y el mantenimiento de las infraestructuras ya existentes. Por no hablar del importante desembolso que la operadora tendrá que hacer a Telefónica y la plataforma Dazn si quiere ofrecer a sus abonados todo el fútbol, un producto premium y, por tanto, caro. En definitiva, la integración se produce en un momento crucial para Orange.

Como apuntan fuentes del sector, si la facturación de Orange hubiera estado creciendo al 5%, no se habría embarcado en esta transacción, pero el escenario actual, «con un operador que crece y otro que no crece», favorece que esta operación se lleve a cabo.

Otra cosa muy distinta es si estos sólidos resultados de MásMóvil influirán en algún aspecto de las conversaciones que mantienen ambas compañías. La respuesta es no, ya que un trimestre concreto no es significativo. La fusión se viene negociando desde hace tiempo y la valoración de la empresa no es la del momento presente, sino que se ha formulado en función de la trayectoria pasada y de los resultados esperados próximamente.