Entrevista

Miguel Garrido (CEOE): «Este Gobierno es peligroso, dice que dialoga pero luego sólo pacta con Junts»

El vicepresidente de la CEOE y líder de la patronal madrileña afirma que "es de una enorme irresponsabilidad subir el Salario Mínimo como se ha hecho"

miguel garrido, CEOE
Miguel Garrido, vicepresidente primero de la CEOE.
Carlos Ribagorda

Miguel Garrido, vicepresidente primero de la CEOE y líder de la patronal regional madrileña, CEIM, acusa al Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz de incurrir en una «enorme irresponsabilidad» por subir el Salario Mínimo un 5%, y además después de «chantajear» a los empresarios, que estaban dispuestos a aceptar un 4% si se subían en la misma cuantía los contratos públicos.

«Son peligrosos. Este Gobierno es peligroso. Dice que dialoga y que escucha, pero luego chantajea. Con Junts sí que negocian, pero con nosotros no», asegura en referencia a los acuerdos alcanzados por el PSOE y los independentistas catalanes de Carles Puigmdemont el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados.

Pregunta: ¿Cómo valora todo el proceso de negociación con el Ministerio de Trabajo para aprobar finalmente la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en un 5% sin el apoyo de los empresarios?

Respuesta: Como una enorme irresponsabilidad. Vamos a ver, la negociación del Salario Mínimo es un proceso consultivo del Gobierno con los sindicatos y los empresarios. El Ministerio de Trabajo no está obligado a pactarlo, pero sí a escuchar a las partes y tomar una decisión en función de una serie de parámetros y pensando en la economía nacional. No se puede decidir a la ligera, ni porque los empresarios o cualquiera de las partes digan esto o lo otro. Se tiene que tener en cuenta la productividad, por ejemplo, y otros parámetros y, analizados, se decide cuánto se sube el Salario Mínimo en función de qué es lo mejor para la economía española. Pero este Gobierno pasa de una subida del 4% al 5% simplemente porque la CEOE rechaza el acuerdo. Es que es de una irresponsabilidad total. ¿Sólo para castigar a una parte se sube el Salario Mínimo un 5%?

P: ¿Y qué se puede hacer desde la patronal para responder?

R: Quejarnos. Responder a estos ataques. Que por lo menos los empresarios que nos escuchen o nos vean en sus casas sientan que les defendemos de este Gobierno. Son peligrosos, dicen que negocian y que son dialogantes, pero es falso. Sólo negocian con Junts, con esos sí.

P: La CEOE podría levantarse de las mesas de negociación.

R: Yo no soy partidario de levantarse de las mesas de negociación. Tenemos que estar ahí y defender lo nuestro y decir lo que pensamos, y denunciar que las cosas que se están haciendo son malas para la economía española. Más no podemos hacer, endurecer nuestra postura en general.

P: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho que subir el salario mínimo un 5% es la mejor noticia para acabar con «la pobreza laboral».

R: La mejor manera de acabar con la pobreza laboral es mejorar la competitividad. Subir los costes a las empresas no es bueno para el empleo. Pero lo que habría que decirle a la gente es quién se lleva buena parte de esta subida, el propio Gobierno. Esto se traduce en más impuestos para el Estado, que siempre gana. Ellos siempre ganan. Los trabajadores tienen que mirar también quién se lleva el dinero.

P: ¿Cómo puede afectar al empleo esta nueva subida del Salario Mínimo?

R: No hay que hacer estudios muy sesudos para saber que un incremento de los costes de contratar a un empleado va a afectar al empleo. Las empresas pierden competitividad y eso tiene su impacto. Porque no se trata del empleo que se pierde, sino del que no se genera. Además, es muy difícil interpretar los datos del paro con este Gobierno. No sabemos los fijos discontinuos, por ejemplo. Hay una opacidad general en todo.

P: Otra de las decisiones que ha tomado el Gobierno esta semana es la de impulsar la vuelta a Cataluña de las empresas que se fueron en 2017 por los riesgos del proceso independentista. ¿Volverán las compañías con incentivos?

R: De nuevo tengo que hablar de la opacidad del Gobierno. No sabemos absolutamente nada de esos acuerdos del miércoles en el Congreso. Y todo por siete votos. Lo único que tengo claro es que de ahí lo que va a salir es más desigualdad. Madrid está encantada de contribuir al bienestar general, pero País Vasco y Cataluña también son regiones ricas y, si les benefician, saldrán perdiendo Madrid y la igualdad de los ciudadanos. Para que vuelvan las empresas que se fueron en 2017 a Cataluña lo tienen fácil: seguridad jurídica, fiscalidad amable… Nada de sanciones ni de privilegios. Las empresas quieren seguridad para invertir y trabajar, nada más. El resto es ponerle puertas al campo.

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