Economía
ENERGÍA

El IVA de la luz puede volver a bajar al 10%: el precio de la electricidad ha subido demasiado

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del recibo de la luz de los contratos domésticos puede tener que volver a bajar al 10% en julio. Esto es porque el Real Decreto-ley 8/2023, del 27 de diciembre, por el que se adoptaron medidas para afrontar las consecuencias económicas y sociales derivadas de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, así como para paliar los efectos de la sequía; prevé una rebaja del impuesto indirecto en caso de que el coste de la factura se dispare.

El artículo 21 de la normativa establece «el tipo del 10% del IVA a las entregas, importaciones y adquisiciones intracomunitarias de energía eléctrica» a los «titulares de contratos de suministro de electricidad, cuya potencia contratada (término fijo de potencia) sea inferior o igual a 10 kW (kilovátios), con independencia del nivel de tensión del suministro y la modalidad de contratación, cuando el precio medio aritmético del mercado diario correspondiente al último mes natural anterior al del último día del periodo de facturación haya superado los 45 euros/MWh».

En este caso, el precio del mercado mayorista de la electricidad ha sobrepasado la barrera de los 45 euros por megavatio hora (MWh) en este mes de junio.

Así, durante los primeros doce días de este mes, el promedio del precio del pool eléctrico se ha ubicado en 53,27 euros/MWh, y se anticipa que las proyecciones de los futuros eléctricos para las próximas semanas permanezcan por encima de los 50 euros/MWh. Por tanto, el IVA de la luz puede volver a bajar al 10%.

El IVA de la luz puede volver a bajar al 10%

En junio de 2021, se estableció un límite de 45 euros/MWh como media mensual del mercado diario eléctrico, como parte del Real Decreto-Ley que implementaba medidas urgentes en el ámbito de la fiscalidad energética y en la generación de energía, con el fin de mantener el IVA reducido.

Una bombilla encendida.

La presencia significativa de energías renovables en la generación eléctrica, especialmente la hidráulica, condujo a precios históricamente bajos de la electricidad en los meses de marzo, abril y mayo. Esta situación llevó a la aplicación de un IVA del 21%.

Con el repunte de los precios eléctricos y la perspectiva de mantenerse elevados durante los próximos meses de verano, con futuros que apuntan a una media de 73,75 euros/MWh para julio, se espera un retorno del IVA al tipo reducido del 10% para todas las facturas emitidas durante ese mes.

De esta manera, se regresará a la factura de luz que se dio en enero, con la diferencia de que el impuesto eléctrico subirá al 5,11%, volviendo a su valor habitual, con lo que, para una factura con 190 kWh consumidos al mes a 0,14 euros/kWh, pasará de costar 50,89 euros -con IVA al 21% e Impuesto eléctrico al 3,8%- a 46,84 euros -con IVA al 10% e Impuesto eléctrico al 5,11%-, según datos de Selectra.

La plataforma destacó que este cambio favorecerá en mayor medida a los consumidores que cuenten con una tarifa con precio fijo, puesto que no verán reflejada en esta la subida del precio de mercado, pero sí la bajada de impuestos, a diferencia de los consumidores PVPC, cuyo término de energía se ve directamente impactado por este aumento de precio.

Aumento de la inflación

El aumento del IVA de la luz provocó que la inflación volviera a incrementarse en marzo y alcanzó el 3,2%, por encima de la cota del 3%, un aumento de 0,4 puntos con respecto a los datos de febrero.

El propio Gobierno reconoció que la causa del aumento del nivel de precios se debía «fundamentalmente a la normalización del tipo impositivo para la electricidad», aunque tachó el incremento de 0,4 puntos en un sólo mes de «ligero».

Ña política fiscal de Sánchez ha provocado que España se aleje de los niveles de la eurozona. En la zona euro, la inflación descendió en ese mes del 2,6% al 2,4%, según los datos del portal estadístico europeo Eurostat.

La inflación española se vio afectada por el aumento de los carburantes y de la electricidad. Sin embargo, el precio de referencia para los combustibles en Europa es común a todos los países: el barril de petróleo de calidad de Brent. Es decir, la única diferencia entre las variables que influyen en los precios de la zona euro y de España fue la energía.

Por su parte, el Ejecutivo valoró el dato de inflación de marzo asegurando que refleja «la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios». Sin embargo, el comportamiento del Gobierno refleja un mayor interés por el aumento de la recaudación vía impuestos que por el control de la subida de precios.

Es más, el IPC continuó al alza en el mes de mayo. Así, el Índice de Precios al Consumo aumentó tres décimas en el quinto mes del año, hasta el 3,6%, máximos desde abril de 2023. Así, el aumento del nivel de precios escaló en España y se volvio a alejar del de los países que utilizan el euro.